viernes, 28 de noviembre de 2008

CÓMO SE DIBUJA A UN NIÑO. Gloria Fuertes

Para dibujar un niño
hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo,
—que esté comiendo un barquillo—;
muchas pecas en la cara
que se note que es un pillo;
—pillo rima con flequillo
y quiere decir travieso—.
Continuemos el dibujo:
redonda cara de queso.

Como es un niño de moda,
bebe jarabe con soda.
Lleva pantalón vaquero
con un hermoso agujero;
camiseta americana
y una gorrita de pana.
Las botas de futbolista
—porque chutando es artista—.
Se ríe continuamente,
porque es muy inteligente.
Debajo del brazo un cuento
por eso está tan contento.

Para dibujar un niño
hay que hacerlo con cariño.


Esta entrada debe su inspiración a Hoy puede ser un gran día.

jueves, 27 de noviembre de 2008

APAGA Y VÁMONOS



Noche del 26 de noviembre, las 21.30 (para seguir siendo exactos). El peque en la cama, riendo a carcajadas después de mi interpretación particular de Los Lunnis "Estamos muy cansados hoy no hemos parado, de tanto jugar con los amigos, con papá y con mamaaaaaaaaaá- estamos agotados..." a golpe de cadera, sucede algo que me retrotrae a mi infancia... APAGÓN GENERAL EN EL BARRIO.
Mi hijo me dice que no ve, mi ciudadano marido viene a la habitación para decirme que se ha apagado la luz, a lo que le respondo que ya me he dado cuenta, yo me doy un golpe contra el marco de la puerta, buscando una linterna. Fuera, en el portal, se oyen las voces de los vecinos... por momentos, se respira crispación en el bloque y en la calle. Parece que además de la luz, se han apagado también nuestros cerebros.
Pero en casa nos recomponemos rápido, al peque, le damos la "superlinterna de los superhéroes más valientes del mundo que no se asustan cuando se apaga la luz" y se queda frito con ella encendida.
Aprovechamos la situación de máxima oscuridad nocturna, para sacar velas y plantarlas por la casa... al terminar, nos damos cuenta de que se ha creado una atmósfera perfecta.
Empezamos a notar el frío que se cuela entre el ladrillo por la ausencia de calefacción... "¿nos vamos a la cama?":
Muy cogiditos de la mano, nos metemos bajo el cálido edredón y a la luz de la candela, nos ponemos a hablar de nosotros, de nuestro hijo, de nuestros proyectos, y pasa una hora y seguimos hablando, encontrándonos relajadamente. De pronto, vuelve la luz, toda la casa empieza a latir con fuerza, el frigorífico, el lavavajillas, el portátil... empiezan a despertar perezosamente del letargo.
Hago por levantarme de la cama impulsada por mi interruptor interior, pero una mano me frena:
"No, cariño. Hagamos como que no ha vuelto la luz y dejemos que esta noche acabe como empezó todo antes de volvernos eléctricos. Dejemos que las velas se apaguen solas..."

¿Cómo os afectan a vosotr@s los apagones?

martes, 25 de noviembre de 2008

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO: No me quieras tanto, quiéreme mejor.




No solo apaleas cada huella rota de mi cuerpo.
No solo desgarras cada marca de mi piel, descosida por tus dedos.
No solo me pisoteas con tus fríos pies contra el cálido mármol.
No solo apuñalas mi pecho con afilados dardos.
No solo arrancas a puñados los resquebrajados cabellos.
No solo bapuleas mi conciencia.
No solo insultas a mi alma.
No solo amedrentas mi espíritu.
No solo invades mi pensamiento.
También me matas.
Con cada instante que pasas a mi lado,
te fumas mi espacio,
te emborrachas con mis lágrimas,
te vistes de mis lamentos,
condensas tu odio
para hacerte más fuerte,
eliminas lo poco que dejaste de mi como persona,
¿de verdad te crees valiente?

lunes, 24 de noviembre de 2008

DE 0 A 100 EN UN MICROSEGUNDO

Hoy lunes es uno de esos inicios de semana con cuerpo de muñeca de trapo.
Ha tocado noche toledana: el peque anda con tos de perro y aunque no se ha despertado, el gen que te hace ser madre con una oreja en alerta y la otra contra la almohada, me ha mantenido en vela escuchando la sonata catarril en do sostenido menor.
Creo que entre unas cosas y otras habré disfrutado del estado alpha unas 3 horas.
Y antes de amanecer... ¡mami, mami, quiero desayunar (cof, cof, cof, atchús, cof, atchús)!
Puedo asegurar que aún no me salía la voz del cuerpo y ya tenía preparado el desayuno, el jarabe, los cereales, el café recién salido de Colombia, mis zapatillas del revés y los ojos como platos.
La maquinaria se ha puesto en marcha antes de que mi conciencia haya entrado en el cuerpo por no se qué orificio...
En fin, que buenos días y espero vivir muchos años a pesar de estos "estreses".
¿Cómo son tus lunes?¿autómatas?¿conscientes?¿relajados?...

viernes, 21 de noviembre de 2008

"TU HIJO ES UN PEGÓN"

Con estas palabras me abordó por primera vez desde el comienzo del curso, la maestra del colegio cuando fui a recoger al peque.
Me quedé estupefacta. De muchas cosas que me podían decir del pitufo, ésta es una que no me esperaba. Y no es que crea que mi hijo no sepa pegar, o que piense que no pega nunca, pero lo que sí se es que huye de situaciones conflictivas y que si se ve envuelto irremediablemente en una, acaba apaleado y llorando como una magdalena.

El motivo de mi asombro viene de ideas que me he ido creando de él por opiniones propias y ajenas: en la guardería, sus cuidadoras me comentaban que no sabía defenderse, que recurría al adulto constantemente para pedir ayuda y que finalmente, si se frustraba porque algún compañero le quitaba su juguete o le agobiaba en exceso, lloraba y no era capaz de llegar a acuerdos ni hablando ni pegando... Yo también he presenciado cómo juega en el parque o con amigos o primos de su edad y nunca le he visto levantarle la mano a nadie, es más, sobre todo en el parque, con niños desconocidos, ha cedido siempre el turno en el tobogán, en el columpio hasta tirarse toda una tarde intentando subir a algo, ha dado su cubo y su pala y le han hecho castillos de arena encima de su cabeza sin él inmutarse... ¿pegón? Ante el comentario de su profesora me sentí como debe sentirse la madre de su modélico hijo adolescente cuando le dicen que le han visto de botellón, medio en coma etílico, emporradísimo y en la calle a las 10.00 de la mañana en la hora del instituto.
Lo cierto es que no le dije nada, pensé que el peque habría tenido un mal día y lo dejé pasar. Al poco, la maestra nos convoca a todos los papichurris del aula "cocodrilos" a una reunión general de caracter urgentísimo para hacernos partícipes de la situación: en sus 30 años de profesión JAMÁS había tenido un grupo tan conflictivo: más de la mitad de los niños se dedican a pegar, morder, empujar, restregar la caca por los azulejos y poco más...
Con la reunión, olvido el pequeño altercado del peque, pienso que al fin y al cabo, mi hijo tendrá que defenderse en la jungla.
Al poco, la maestra me vuelve a abordar para repetirme que mi hijo pega muchísimo y que por favor, hable con él en casa para que deje de tener esa conducta en el aula, que no podía comentarme más porque ya hablaríamos en la cita del martes 25 de noviembre...
¡Uf!, esto se me estaba escapando de las manos. Tenía que hablar con mi peque de todas todas. Al llegar a casa, nos sentamos en su cama y por primera vez hablamos de "adulto a adulto": "¿qué está pasando en el colegio hijo?"- le pregunté... "pues... que hoy he comido macarrones con tomate"- me contestó algo contrariado. No sé por qué, pero intuí que el peque no tenía ni idea de adónde quería llegar yo con nuestra madura conversación. Así que, pasé a la acción, le dije que los problemas se solucionan hablando y que si el compañero/a de turno no entiende, entonces que pida ayuda a la maestra para que le eche un cable... y si no... si yo me volvía a enterar que estaba pegando a sus amigos... le quitaría sus juguetes favoritos durante una larga temporada. Y para que de verdad se creyese ésto, le cogí un león superchachipiruli que le encanta y se lo quité hasta nueva orden o cambio de actitud.
Debió surtir efecto "nuestra" charla porque a los pocos días, vino con un chichón del tamaño de una pelota de tenis. Su amiguito Ismael le había estampado contra el radiador de clase... "y tú qué has hecho?"- le pregunto algo enfadada con el tal amiguito del alma. "Nada"- me responde el peque- "solo he llorado, pero no le he pegado porque si no tú me quitas todos mis juguetes".
Vaaaaale, ahora ya sé que no pega, pero me siento absolutamente contrariada, siento que con nuestra "conversación" le he dejado totalmente indefenso en esa gran selva de pitufos pegones y ahora ¿qué hago? ¿le digo que se defienda igual, que "hable" en el mismo idioma que sus congéneres? ¿que demuestre que él también es fuerte y que sabe empujar y estampar contra los radiadores?
¿Qué harías tú?

jueves, 20 de noviembre de 2008

LOLITA


Lascivo tú.

Oscuros deseos de tus manos manchadas.

Luces de neón cristalizando tu conciencia.

Inocencia por ti maltratada.

Tú que deseas a destiempo.

Amarga hiel recorra tus venas.





DEJA DE BUSCAR: "angels", "lolitas", "boylover", "preteens", "girllover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" o "feet boy" Y ENCUENTRA LA CORDURA.

lunes, 17 de noviembre de 2008

AL OTRO LADO

En plena vorágine de trabajo,
he enlazado 6 horas seguidas sin pestañear delante del portátil.
Me apetece respirar profundamente
e inclinarme hacia adelante
para que se pase este terrible dolor de espalda.
Intento estirar algo los músculos, rígidos...
mis hombros,
la nuca,
los brazos,
las piernas reposando intranquilamente sobre esta horrible silla de despacho.
Inhalo algo de oxígeno y mezcla de ambientador
con olor a canela y "Nenuco".
Exhalo todo el aire que me ha entrado a los pulmones,
hondo, profundamente.
Siento una inmensa fatiga.
De pronto, un sobresalto, un diminuto respingo:
un martilleo contra la mesa me avisa
que el móvil silenciado y con vibración
está sonando.
Miro la pantalla: "número privado"
Mmmmm, me lo pienso:
"No, no voy a descolgar, tengo mucho trabajo".
El teléfono repiquetea contra la madera. Insiste:
"¿Si?" - pregunto de mala gana.
Al otro lado se palpa un murmullo lejano,
voces, risas... sonidos amortiguados:
-"¿Diga?, ¿si?, ¿quién es?, ¿oiga?"- nada, no obtengo respuesta.
Sigo planteándome que voy a colgar.
Oigo una voz grave, como saliendo del bolsillo de una chaqueta.
- "Esta tarde he quedado con mi ex-mujer"- dice - "Hoy hubiésemos hecho 5 años juntos, bueno, si no me hubiese pillado con su amiga medio borracho -y enteramente desnudo- en nuestra cama".
-"¿Diga?, ¿si?, ¿quién es?, ¿oiga?"- vuelvo a preguntar.
Esa voz, continúa hablando.
- "A ver qué tal, desde que me ha dejado, se está poniendo ... uf! joder! solo de pensar en ella..."
Se me han quitado las ganas de colgar. Mi imaginación vuela: un hombre ¿joven?, moreno, ¿engominado?, con barba de unos cuantos días, oliendo muy bien, algo inmaduro y todavía ¿enamorado? ¿de su ex-mujer? ¿de la amiga de su ex?
Estoy meditando que yo también le hubiese dejado si me hubiesen puesto los cuernos tan descaradamente, cuando vuelve a escucharse un rumor, como de oficina... gente yendo y viniendo, teclear de ordenadores, teléfonos sonando, pasos, y su voz... una voz tirando a grave, ¿algo triste? a ratos alterada, sobre todo cuando habla de ella:
- " ...Dice que ahora sí es una mujer feliz... ¡Y tanto! se ha puesto el mundo por montera y se debe haber apuntado otra vez al gimnasio. Bueno, hoy salgo antes, creo que le voy a regalar algo, ¿o no? se me va a notar mucho. A lo mejor ni se acuerda del aniversario."
Pasan 10 minutos de sonidos amorfos, distantes... papeleos con sordina... alguien tarareando strangers in the night ¿será él?, por un instante me uno a la melodía, la deja y vuelve a hablar:
- "...Oye, tú ¿hoy teníamos que entregar el proyecto?...¡¿sí?!pues yo me tengo que ir. He dicho que salía antes. ¿Cómo que imposible? Joder, todavía me queda para acabar el trabajo. No, a mi no me da tiempo para avisar a Natalia de que no llegaré..., bueno, la llamo al móvil a ver si en vez de merienda, lo hacemos cena... quizá hoy me perdone..."
Vuelvo a oir un ruido, como un rebuscar y no encontrar:
- "¿Dónde habré dejado el móvil?- oigo que preguntan. Oigo su voz más cercana...
- "Aquí está".
Mi corazón late a toda prisa. Él, tiene el teléfono en sus manos. Oigo su respiración, cada vez más fuerte, va a hablar, va a darse cuenta de que hay alguien al otro lado, va a ....
Y dejo de oirle, de escuchar.
Ha colgado. Quizá para siempre. Quizá para no volver. Quizá....

viernes, 14 de noviembre de 2008

COMO UN PERFECTO ENGRANAJE

Para los que crean que la vida es un conjunto de situaciones que se suceden, bien por elección propia, bien por inercia, este post no tendrá ni pies ni cabeza.
Personalmente yo no creo ni dejo de creer en el destino. Me inquietaría bastante saber que todo en mi vida está escrito y que sucederá haga lo que haga y me ponga como me ponga. Sinceramente prefiero pensar que todo irá fluyendo en la misma medida que voy caminando por este mi mundo.
Sin embargo, hay veces que he encontrado
razones por las que en un momento puntual de mi vida, me ha sucedido algo que DEBÍA SER ASÍ, una especie de conclusión encontrada, un ÉSTO HA PASADO POR ALGO.
De los primeros recuerdos que tengo sobre esta sensación fue en COU (por edad coincidiría con el actual 2º curso de Bachillerato según la LOE). Por aquella época yo iba a cumplir los 18 años, me cambié de colegio a otro donde conocí al que sería mi primer novio. Lo cierto es que la cosa acabó en ruptura. De esa corta unión, surgió otra, mi mejor amiga conoció al mejor amigo de él y acabaron casados y con un churumbel y proyectando otro... Esta relación que surgió de la mía, aún permanece, felizmente.
Otro ejemplo: recuerdo un verano en el que necesitaba dinero y mis padres ya no se estiraban con la paga (con 23 añitos y terminando mis estudios era perfectamente comprensible), decidí buscarme un trabajo temporal para cubrir gastos y acepté lo primero que encontré: atención telefónica para Canal Satélite Digital, o lo que es lo mismo: teleoperadora. En junio había un periodo de formación no remunerado en la sede central que se ubicaba donde Cristo debío perder la sandalia. Uf! me lo pensé mucho y llamé para decir que renunciaba al trabajo, una semana más tarde y sin visos de encontrar otra oferta mejor, volví a llamar y me incorporé al grupo de formación, allí conocí a mi chico. Hablando con él de ésto, me comentó que él hizo exactamente lo mismo, primero llamó para postponer el periodo de formación que tenía en mayo y se incorporó meses después, el mismo día que yo, que fue cuando nos hicimos tilín mutuamente, ¿casualidad? ¿destino?
Evidentemente éstos son dos ejemplos tontos, pero son dos de muchos que me han sucedido. No sé si es que tengo capacidad para asociar hechos disociables y darles una lógica o si es cierto que en la vida los momentos se van acoplando unos a otros como un perfecto engranaje.
¿Qué pensáis? ¿Tenéis alguna anécdota similar?

jueves, 13 de noviembre de 2008

BESOS

Cuántos besos habré puesto sobre tu dulce cara.
Desde el primer minuto que estuviste conmigo.
Explosiones desde mi alma que querían tocarte.
Mis labios rozándote miles de veces.
Todas y cada una de nuestras mañanas.
En cada regreso.
Antes de una despedida.
Cuando te has caido.
Cuando te has levantado.
Al conseguir algo por primera vez.
Cuando me llamas "mami" o cuando te despiertas al alba.
En nuestras numerosas reconciliaciones.
En nuestros miles de juegos.
Cuántas variedades de besos:
besos de mariposa
besos de ratón
besos de gnomo
besos de vaca.
Beso sonoro, silencioso, pegajoso, largo, diminuto, suave, fuerte.
Besos, besos, cientos, millones, infinitos besos.
Besos tiernos y juguetones.
Cuántos besos ¡que me parecen pocos!

miércoles, 12 de noviembre de 2008

A RAS DE TIEMPO

Quedan 24 horas menos de los 38 días que faltan para las fiestas de Navidad.
Tan solo 1 hora para terminar en el trabajo.
Tan solo 1 hora y 15 minutos para abrazar a mi pequeño saliendo del colegio.
Tan solo 1 hora y 30 minutos para poder sentarme en el sofá de mi casa.

Y 1 hora 35 minutos para rodar por el suelo mientras jugamos a algo.
A tan solo 8 horas, me espera mi cama para poder meterme en ella, con ella, junto a ella, dentro de ella.
Tan solo 8 horas y 10 minutos para soñarte mientras duermo.
Tan solo 8 horas y 15 minutos para verme volando sobre un mar de nubes esponjosas.
Y de nuevo me quedarán 7 horas de sueño consumido y sobresaltado por el despertador.
Tan solo desde ahora mismo, 17 horas para salir de mi mullida cama.
Y 17 horas con 10 minutos para notar el agua de la ducha resbalando estresada por las prisas.
17 horas con 20 minutos para preparar tu desayuno, hijo mío que acabarás en 5 segundos.

17 horas, 22 minutos para que el café recién hecho baile con mi sangre en las venas, directita a las taquicardias del corazón.
18 horas para recordar una vez más dónde aparcamos el coche.
18 horas y 15 minutos para encontrarlo y salir con la sombra postrera hacia el colegio y después a mi trabajo.
Quedará entonces un día menos de los 37 días que faltarán para las fiestas navideñas.
37 días sin avanzar, 36 días, 35 días, 34 días y días y días, horas, minutos, segundos ... engullida por mi enorme rueda para hamsters.

martes, 11 de noviembre de 2008

MIRIAM MAKEBA

Mamá África nunca se consideró una activista. Según ella era simplemente una artista que contaba la verdad sobre lo que sucedía en su país.
El caso es que a mi me sonaban algunas de sus canciones, y no ha sido hasta el domingo que me he enterado de quien las cantaba. A los 76 años, su corazón dijo basta, eso sí, después de haber cantado en vivo y en directo.
Aquí un vídeo de una de sus canciones más tontas, según decía ella: "Pata, pata"

lunes, 10 de noviembre de 2008

PRE-ADOLESCENCIA CON UNA SONRISA

Hace poco, revisando algunos papeles de mis inicios paviles, localicé el siguiente dibujo: ¡Qué recuerdos! ... Dejaba la mano de la Nancy para empezar a fijarme en su novio Lucas Aladin. Je, je... tuvieron que pasar otros cuantos años más para toparme con uno real.


Boomp3.com

miércoles, 5 de noviembre de 2008

ADIÓS ABUELOS ADIÓS

La crisis finalmente hizo mella en la empresa paterna y dentro de poco echará el cierre. Punto final a toda una vida de sacrificios y noches en vela. A cambio: 4 míseros € en el bolsillo.
Parece un caso más, uno entre muchos. Claro, que para mi, es todo un mundo.
Mis padres están pensando en vender su casa y marchar a su lugar de origen, fuera de Madrid para pasar allí el resto de sus días.
Me da pena, mucha, porque las circunstancias les obligan a irse y no han podido decidir libremente.
Y también, su decisión afectará además de a sus vidas, a todo su entorno:

Ellos, que se han ocupado tantas veces del peque cuando estaba con fiebre y no podía ir al cole.
Ellos, que de tanto en tanto me pedían que les dejase una tarde a su nieto y que nosotros aprovecháramos para ir al cine.
Ellos, se van a 200 km de distancia.
De nuevo me invaden sentimientos ambiguos. Por un lado, la sensación de pequeña concesión a mi libertad y por otro, de cierta pérdida de sobreprotección, como si la desvinculación definitiva me produjese vértigo.
Comprendo que será ahora, justo ahora cuando sienta que definitivamente se ha roto el cordón umbilical (y es que, la sombra de mis padres es muy alargada).
Viví dos años entre Escocia e Inglaterra y puedo decir que allí, las cosas se suelen hacer de otra manera. Los hijos se independizan sobre los 18 años, suelen aprovechar esta mayoría de edad para estudiar fuera de su ciudad y a partir de ahí, buscarse la vida e ir de visita a casa de sus padres bien en Navidad o en verano. Esta situación se da evidentemente porque hay más de una opción para dar el salto y salir de la casa paterna: alquiler de casas compartidas con rentas muy bajas, residencias, apartamentos o pisos de estudiantes, todo ello apoyado por una política económica que ofrece ayuda y trabajo o incluso préstamos a 0% de interés a sus jóvenes. Por otro lado, los padres tienen la posibilidad de complementar su vida personal sin exclusividad a sus hijos. A los 18, pues, los jóvenes empiezan a saber lo que es la vida y cómo tienen que empezar a manejarla sin la ayuda de los papis (salvo excepciones) y los papis, aprenden a lidiar desde pronto con el síndrome del nido vacío.
En España las cosas son de otra manera, sobre todo cuando hablamos de parejas con hijos, de hecho, madrereciente habló hace poco de este tema. Incluso siendo adultos, dependemos mucho de nuestros progenitores: para comprar una casa, para cuidar a nuestros hijos, para llegar a fin de mes... Por experiencia, los padres son un apoyo grande, aunque crea que es un error cargarles a ellos con todo el peso, pero entiendo, que muchísimas veces, sin ellos, muchas cosas no serían posible ¿o sí?
Ha llegado la hora de ponernos a prueba, ¿era comodidad o era necesidad?
Veremos cómo nos las apañamos sin los ABUELOS.
Óleo: Abuelo y nieto
Caroline Tricot



Boomp3.com

martes, 4 de noviembre de 2008

EL HELADITO DE LA DISCORDIA

Domingo a las 14.00 horas. El peque, el papá y yo nos disponemos a entrar en un restaurante para dar cuenta a nuestro apetito.
Nos sientan en una mesa contigua a la de una pareja muy joven con dos niños, uno de 3 años y otro de meses.
Pedimos el menú y el niño de 3 años se acerca a nuestra mesa y empieza a hablar con nuestro hijo. Los padres de la criatura le llaman al orden para que no nos moleste y el niño vuelve a su mesa.
Pasa un rato entre idas y venidas y finalmente volvemos a tener visita. El niño le enseña al mío todos sus juguetes, buen intento, los padres vuelven a reclamarle que vuelva a su mesa.
Pasan 2 minutos, algo tira de mi brazo, miro, es el niño de 3 años que contraataca. Estamos pidiendo los postres, el niño me quita la carta y me pide A MI que quiere un helado de "vaca": "Mira, quiero éste" - dice señalándome la carta de postres que me ha mangado previamente a lo cual mi hijo me dice que él lo quiere de "pingüino". Los padres de la mesa contigua ya no están pendientes de su retoño. El susodicho me sigue increpando A MI que le compre un helado. Esto empieza a ser surrealista, mi santo varón le dice al niño que le pida el helado a sus padres en un tono lo suficientemente alto como para que éstos se den por aludidos: pues nanai de la china. Esos padres se están tomando un copazo a nuestra salud y se han encendido unos cigarritos para celebrar su reciente libertad.
Mi hijo, pide su helado y me dice que le pida otro al nuevo habitante de nuestra mesa, por cierto, se llama Denis y sí, también tiene 3 años.
Nos traen los helados y Denis, se sitúa frente al de mi hijo, le pide con cierta salivación un poco del postre y mi hijo va, coge la cuchara y la carga con una cantidad muy suculenta de helado, dispuesto a dársela a su nuevo amiguísimo, a lo que ciudadano papá le increpa que no, que si quiere helado Denis, que se lo compren sus padres: también lo suficienteme alto para que éstos lo oigan (pero siguen con su copazo). Sucede algo inesperado, el niño coge el helado del mío y mete los dedos y se lleva un trozo a su boca. Yo no sé qué hacer, le digo que eso no se hace y mi ciudadano marido le arranca el postre de las manos, coge a nuestro hijo en volandas y se lo sienta encima y les dice a los padres del usurpador de helados a voz en grito: vuestro hijo quiere un helado, así que comprárselo y que deje en paz al mío.
Vaaaaale, los padres le compran el helado de vaca y aquí paz y después gloria.
Terminamos la comida que dicho sea de paso me ha sentado fatal con la tensión de estar cuidando al niño de otro. Mi santo ciudadano marido me dice que no tendría que haberle dado tanta coba al niño de aquella pareja y que estas cosas no tenemos por qué aguantarlas, lo mismo que ellos no han tenido que aguantar a nuestro hijo. Esta vez tiene razón, pero no hemos sabido cómo hacerlo. ¿Tendríamos que haberle dicho a los padres del niño algo desde el principio? Yo creo que sí. El cómo es lo que a mi me intriga ya que yo jamás hubiese dejado que mi pitufo se hubiese tomado tantas licencias con unos desconocidos.
¿Vosotr@s qué hubiéseis hecho? Y lo que es más ¿cómo?

sábado, 1 de noviembre de 2008

TONTXU Y SU NUEVO DISCO " EN EL NOMBRE DEL PADRE"

Hoy me ha emocionado la entrevista al cantante Tontxu en la "Cadena Ser".
Lo cierto es que no sigo demasiado a este artista, pero hoy me ha enganchado la presentación de su nuevo disco en el que cada canción habla de su experiencia y de la experiencia de otros padres que tras una separación se ven obligados por sentencias judiciales a custodias no compartidas.
Hasta el 5 de noviembre no sale a la venta. Pero de momento, os pongo la portada del album, que es cuanto menos conmovedor. Sacada del BLOG "AL CAER EL SOL"
«Te amaré mejor, porque mucho y demasiado es un error. Y si no, mírame, llorando como un niño, contradiciéndome. Preguntándome con quien estarás, si vas o no a volver y durmiéndome a solas contigo». Así nos presenta ΄Te amaré mejor΄, el primer single del álbum.



Boomp3.com