viernes, 22 de julio de 2011

El instinto.

Voy conduciendo a 20 km/h por la avenida principal que me lleva al trabajo... a una determinada distancia, giro por una bocacalle tan despacio que casi se me cala el coche, siempre estoy pendiente en ese punto porque nada más girar hay un paso para peatones que si no lo conoces, te comes directamente al que esté cruzando por él ... salvado el paso, una mujer se me cruza y se planta en mitad de la carretera... y yo freno, nada brusco porque ya iba casi parada... observo extrañada su comportamiento cuando delante de ella veo un pequeño de dos años que alocadamente se ha puesto a cruzar detrás de su pelota... Y se me ponen los pelos de punta porque compruebo que la mamá del nene se ha interpuesto entre él y mi coche... no hubiese ido a más porque iba tan despacio que me hubiese dando tiempo más que de sobra pero supe que, igual que ella, ... yo también hubiese hecho lo mismo. Y es que no te lo piensas, en segundos nuestro cuerpo reacciona muy por delante de nuestro raciocinio. Damos literalmente la vida por nuestros hijos y eso, es instintivo. Aún tengo marcas en las rodillas y en los empeines por una caída que sufrí con mi hijo en brazos hace un par de veranos (MAL POR MI, PORQUE NO DEBERÍA TENERLE EN BRAZOS MIENTRAS CAMINABA), por no caer sobre él, volqué todo mi peso sobre las piernas y quedé en genuflexión con mi hijo sano y salvo en mi regazo... él feliz pensando que estaba jugando a algún tipo de alocada montaña rusa y yo desollada por los adoquines incrustados en mi piel... Y lo más curioso fue que ni me plantée el cambio de trayectoria, mi cuerpo actuó por mi...

¿Qué experiencias habéis tenido vosotros?

lunes, 18 de julio de 2011

¿Pero cómo? ¿Cómo c--ño llegué hasta aquí?

Amig@s blogger@s, no sé cómo he llegado hasta este punto.

Literalmente me desplomo al llegar a casa... me caigo y soy incapaz de levantar un músculo sin que me chirrie el cuerpo.

No hago una vida demasiado sedentaria, aunque sinceramente no sé si en este término cabe el muy sedentario, poco sedentario y nada sedentario, o si simplemente se es o no se es activo...

De vez en cuando hago deporte, me voy con mi pequeñajo en bicicleta o camino por el pueblo... no es mucho, pero algo es algo... Aunque me temo que no es suficiente. Mi cuerpo se queja y ¡mucho! Me pide que me relaje un poco, que no le de estos subidones de adrenalina, que no le meta tanto estres laboral en vena, me pide que respete sus tiempos, que le deje dormir lo que debe, que lo alimente mejor, que sea cuidadosa con él y que le mueva.

Como no lo he hecho, pues ahora me hace boicot y eso es lo que sucede, cuando llego a casa... me caigo, me desmorono y no puedo.

Así que, estoy pensando en un PROGRAMA DE ACTIVACIÓN que va a ir en torno a dos grandes ejes: ALIMENTACIÓN y DEPORTE... sé que después de esto, la parte mental mejorará bastante.

Ya empecé a comer mejor y a dormir más...

En cuanto empiece a mover más el músculo, os cuento los efectos... y ya voy notando algo... ya voy por el camino...

jueves, 14 de julio de 2011

CARTA DE UNA MAESTRA.

Recibí esto por email. Reconozco que no soy muy dada a leer los correos en cadena, pero me han gustado bastantes cosas (otras las matizaría claro, porque no creo que tiempo pasado siempre fue mejor)... pero en general sí hay una línea de pensamiento que me ha hecho "tilín" en esta cabezoto loca!!

Por si tenéis ganas de leer hoy, ahí va eso:

Yo no soy víctima de la LOGSE. Tengo 50 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En párvulos (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña". Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba "El Parvulito", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.


En Primaria estudiábamos Lengua Española, Matemáticas (las llamábamos "tracas" o "matracas") Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Religión y Educación Física. En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te suspendían.


En Bachiller, estudié Historia de España, Latín, Literatura y Filosofía.


Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda...


Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.


Y... vamos con la Gramática.


En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte", y da igual que esa persona sea hombre o mujer.


Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del sexo (y además del género) del que realiza la acción.


De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no "pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta".


Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española ? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores), haciéndoles confundir el sexo con el género gramatical.


He recibido este email (de estos que van en cadena) y hay cosas que me han gustado mucho.
Os pongo aquí el texto completo (al margen si es de una maestra o no).
No me gustan las cadenas de correos electrónicos (suelo eliminarlas) pero, por una vez, os propongo que paséis el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

jueves, 7 de julio de 2011

ABUELO PACO.

Te recuerdo
a pesar del tiempo.
Recuerdo tu silueta
acercarse a la puerta del colegio.
Los bolsillos rebosando caramelos
los ojos llenos de sonrisas.
Te recuerdo
lanzando poemas al aire.
Recuerdo tu lento caminar
firmemente arraigado en sus costumbres.
Tu boina en invierno
y el gorro de ala media en el verano.
Apareces en mis sueños
y te abrazo fuertemente
para tenerte a mi lado
cuando despierte.

miércoles, 6 de julio de 2011

Ondas naranjas y punzantes

Siento esa espiral eléctrica
deslizándose por mis entrañas
y más allá de ellas.
Sensaciones que me preguntan al oído
qué hubiese sido de mi si ...
Ondas naranjas y punzantes
que atenazan la boca del estómago
y hacen rechinar los dientes.
Busco dentro,
profundizo.
Quiero saber qué es eso
que me daña tanto.
Y como respuesta
el eco de mis preguntas.
Como respuesta
el vacío de la nada,
el hueco del tronco seco del árbol
y me cobijo en él.
Hago de mi cuerpo un ovillo.
Y el mecer de mi espíritu
me reconforta a ratos.
Los huesos me dan soporte,
sólo los huesos.
Ni corazón,
ni mente,
ni alma.