viernes, 5 de julio de 2013

1 mes

Formas parte de mis pensamientos cada día y no necesito de este día para recordarte pero he visto por la red que te han recordado papá, que han mencionado que hoy hace un mes nos dejaste.

Como siempre digo, tu pérdida ha dejado un vacío que me deja colgando en el abismo. Cada mañana al despertar y hacerme consciente de tu ausencia siento vértigo, una sensación tan intensa que me bloquea para el resto de día.

Cierro los ojos y veo tu silueta tan nítida como si fuese ayer que me despedía de ti.

Tu recuerdo, tu voz, tus palabras lo invaden todo.

Los días van pasando y ocurren cosas, cosas que me gustaría contarte. Esas cosas que tú no estás viviendo y que no querías perderte:

- Hace dos días tu nieta empezó a caminar.

- Ayer escuché el tour de francia por la radio.

- Anoche echaban una película del oeste.

- Wimbledon ya está en semifinales.

- Tu nieto ha ganado un concurso de fotografía.

- Mi huerto ya tiene los primeros tomates...

Tantas cosas de las que tan prematuramente has tenido que despedirte, que se me cuelan en el alma tal estiletes afilados.

Creéme, que aún hay momentos en los que descuelgo el teléfono para llamarte y contarte lo que me ha pasado en el día.

Y los meses se irán sucediendo, uno tras otro, goteando como siempre, como siempre pero sin ti.

miércoles, 3 de julio de 2013

MUCHAS COSAS

Me están pasando muchas cosas, muchas, tantas que no puedo manejarlas en un 99% de los casos.
Vivo en un sinvivir, en una sinrazón perpetua que pendulea entre la más pura razón y el más sinsentido emocional.
Situada en la ambivalencia de leerme todos los libros de autoayuda disponibles o cambiarme de país... Retroceder o huir hacia adelante.
Un caos de vida tan absoluto que ni yo misma me soporto un minuto más.
Parada en el cruce de caminos y tirar hacia el que me lleva a volandas a la libertad ó enfangarme en el que me ofrece una cama en la que dormir hasta que pase el chaparrón.
Con el dilema de ser la protagonista de mi vida o la observadora de cómo rueda el mundo.
Observadora desde dentro de un coche estropeado. Con las manos en el volante. Sin gasolina. Y delante de mi, millones de vehículos colapsando la autopista.