martes, 21 de junio de 2011

La vita è bella

Después de leer algunas entradas en Im-perfectas (aquí y aquí) y tras escarbar un poquitín por mis adentros... estoy llegando a conclusiones que van más allá del mero pensamiento filosófico, más allá de este ir y devenir de cavilaciones que ruedan y se enredan entre ellas mientras me quedo absorta mirando el vacío. Conclusiones que están impulsándome hacia algo, que me instan a moverme, a actuar.
Y después de leer que el sol ha llegado ya practicamente a la mitad de su vida (nada alarmante puesto que la mitad que ha dejado atrás son unos cuarenta mil millones de años) y que le quedan practicamente unos sesenta mil millones de años (uf! siempre me entró un pánico frente al número infinito como para ponerme a pensar en todo lo que esto supone)... prosigo, después de estos últimos acontecimientos... no hago más que plantearme QUÉ SENTIDO TIENE ÉSTO, HACIA DÓNDE NOS DIRIGIMOS, QUÉ PRETENDEMOS CON NUESTRO MOVIMIENTO... Entended que no me refiero al sentido espiritual de la expresión, sino a literalmente qué pretendemos como especie... a ver, está claro que nos extinguiremos... a no ser que podamos viajar a otros sistemas parecidos al nuestro y podamos vivir en planetas recién paridos y por estrenar ... pero poniéndonos en lo peor, nos extinguiremos... no sé, no pretendo ser agorera... pero viendo lo que nos espera ... todo se ve de otra forma ¿no? De repente deja de ser relevante casi todo, o al menos muchas de las cosas por las que creemos que se nos va la vida, me refiero claramente a esas "cosillas" materiales que nos quitan el sueño: la hipoteca, los plazos del coche, la luz, el agua, los atascos...
Nos lo hemos montado fatal, o mejor dicho, nos lo han montado fatal, o bueno, se montó fatal en su momento: qué mal rollo me da pensar en todas las penurias por las que estamos pasando por ese reparto tan injusto de la riqueza y los bienes terrenales ¿no? si vamos a estar aquí un total de mil millones de años (pero finito al fin y al cabo), deberíamos creer y trabajar firmemente por una sociedad del bienestar real... pero claro... dejando a un lado el individualismo (porque cada uno pone su baremo de bienestar donde le sale del cuchibiri cuchibiri), de estas pajas vienen aquellos lodos (o como se diga), acabamos volviendo al tema (esta vez sí filosófico) sobre si el hombre es un ser bueno por naturaleza o malo por naturaleza... Está claro que visto lo visto el "hombre" entendido como "sociedad" es malo por naturaleza, porque evidentemente solo hay que echarle un vistazo a las noticias... tendemos a "cagarla" ¿no creéis?
Yo ya tengo mi particular modus operandi ante ésto y porque me siento estafada por una promesa de un futuro mejor, ahora quiero salirme de la rueda y respirar un poco de campo y pisar la tierra de barbecho de vez en cuando. No he sufrido un cambio brutal, pero ha sido un cambio en busca de mi naturaleza perdida. Y este cambio me está pidiendo a gritos más pasos. Me siento impulsada por una fuerza que pide que me libere de las ataduras y que respete mis ritmos más primitivos, que me escuche más y me justifique menos ¿estaré pasando de la indignación a la naturalización o a la antidesnaturalización? no sé, vivo sin vivir en mi ... quizá vivo deseando vivir el día a día sin desear que el fin de semana arregle todas mis penas.. ¿qué pensáis?

3 comentarios:

Chelo dijo...

Ya has dado un gran paso en tu búsqueda de la felicidad, plantearte otro más no es sino el síntoma de que sabes que esos pasos te benefician. No todo el mundo es tan valiente, ni tiene esas inquietudes... Creo que tendemos a vivir deprisa para no pensar. Pensar, reflexionar nos haría dar muchos más pasos hacia la felicidad de los que damos, pero es más cómodo no hacerlo. Sin duda, nos haría más felices ¿o no?

Isa dijo...

¡¡Gracias por la mención, CC!! Es muy gratificante saber que hemos influido en que te replantees tus objetivos vitales.

Ser feliz no es tan difícil, y creo que no vas por mal camino :-)

Ana dijo...

¡¡Gracias por leernos y mencionarnos!! Me alegra que ya hayas empezado a dar pasos para buscar tu propia y personal felicidad. Un beso.