Voy conduciendo a 20 km/h por la avenida principal que me lleva al trabajo... a una determinada distancia, giro por una bocacalle tan despacio que casi se me cala el coche, siempre estoy pendiente en ese punto porque nada más girar hay un paso para peatones que si no lo conoces, te comes directamente al que esté cruzando por él ... salvado el paso, una mujer se me cruza y se planta en mitad de la carretera... y yo freno, nada brusco porque ya iba casi parada... observo extrañada su comportamiento cuando delante de ella veo un pequeño de dos años que alocadamente se ha puesto a cruzar detrás de su pelota... Y se me ponen los pelos de punta porque compruebo que la mamá del nene se ha interpuesto entre él y mi coche... no hubiese ido a más porque iba tan despacio que me hubiese dando tiempo más que de sobra pero supe que, igual que ella, ... yo también hubiese hecho lo mismo. Y es que no te lo piensas, en segundos nuestro cuerpo reacciona muy por delante de nuestro raciocinio. Damos literalmente la vida por nuestros hijos y eso, es instintivo. Aún tengo marcas en las rodillas y en los empeines por una caída que sufrí con mi hijo en brazos hace un par de veranos (MAL POR MI, PORQUE NO DEBERÍA TENERLE EN BRAZOS MIENTRAS CAMINABA), por no caer sobre él, volqué todo mi peso sobre las piernas y quedé en genuflexión con mi hijo sano y salvo en mi regazo... él feliz pensando que estaba jugando a algún tipo de alocada montaña rusa y yo desollada por los adoquines incrustados en mi piel... Y lo más curioso fue que ni me plantée el cambio de trayectoria, mi cuerpo actuó por mi...
¿Qué experiencias habéis tenido vosotros?