lunes, 24 de diciembre de 2012

Noche de Paz

En fechas así, es inevitable hacer recuento del año que está a punto de finalizar.
Me recuerdo por estas fechas, el año pasado, en familia y recuerdo que al besar a todos los que me rodeaban, tras las campanadas, me sentí profundamente agradecida por tenerles en mi vida y tenerles sanos y casi siempre felices. Era un año el 2012 que prometía grandes momentos, entre ellos el nacimiento de mi hija.
Me gustan los números pares y quizá sea una tontería, pero estaba deseando iniciar el camino.
Como año, el 2012, la verdad, no puedo decir que haya sido el mejor. Hemos tenido que encajar golpes fuertes y lo cierto, es que mi familia no está pasando por sus mejores momentos.
Eso sí, me quedo con que mi niña preciosa, nació sana y sigue creciendo feliz. Ése ha sido mi gran regalo en este año, ése y por supuesto tener la oportunidad de seguir viendo a mi alrededor la gente a la que quiero.
Siguiendo con mi sinceridad, he de decir que efectivamente, no tengo derecho a sentirme desdichada, tengo dos hijos a los que adoro, mi vida, mi trabajo... no me siento con derecho a hundirme... Pero, sé que este año 2013 se las promete bien duro, sigue la lucha por la salud y por la economía que asfixia a los de mi alrededor.
Habrá que seguir siendo fuerte y no perder de vista el horizonte, mientras pisamos firmemente el suelo.
Os deseo de corazón, que podáis exprimir cada día de vuestras vidas (y por qué no, hoy, también).
Felices Fiestas y Felices momentos.

viernes, 14 de diciembre de 2012

¡¡¡Que quiero darle tetaaaaaaa!!!


Sí, no estáis equivocados. La entrada de este post es un grito, una súplica, una reivindicación a mi derecho de darle la teta a mi hija.
Ella, hace 6 meses el domingo. No sé si os lo he contado, pero ya me he incorporado al trabajo después de la baja por maternidad, a la que le he sumado las vacaciones de verano y los 15 días que me corresponden por "lactancia materna".
En la revisión de los 5 meses, la pediatra me recomendó ir introduciendo cereales sin gluten, puré de patata y zanahoria, además de un zumito de naranja natural para evitar el extreñimiento que suele ser producto de una dieta tan astringente. La recomendación vino a colación de mi comentario sobre mi inminente incorporación al mundo laboral.
Ella me preguntó si se alimentaba solo de mi leche, a lo que yo afirmé. De modo que ambas acordamos que para que la niña no pasase de golpe y porrazo del pecho al biberón, iría introduciendo paulatinamente ciertos cambios. Y así hice, empecé a sacarme la leche para hacer con ella la mezcla con los cereales y fuí acostumbrándola a comer con cuchara el puré.
De este modo, cuando la dejé al cuidado de otros, la niña estaba acostumbrada a su nueva forma de alimentación.
Como muchas madres recientes sabéis, dejar a tu bebé de 5 meses para empezar a trabajar fuera de casa, es bastante traumático. Yo pasé (estoy pasando) por todas las fases del conflicto de separación. Y es que, necesito estar con ella y necesito seguir dándole el pecho siempre que ella quiera y me lo pida. A ella y a mi nos reconforta estar juntas.
Me alivia saber que ella está tranquila las horas en las que no está conmigo, no llora ni se muestra irritada por nada, así que supongo que no echa de menos el pecho ni lo necesita para calmarse ni para buscar afecto, cobijo ni compañía de mamá. Es un regalo saber que está bien y que el proceso de separación lo lleva con total normalidad.
En esas horas que no estamos juntas, yo me saco la leche, de forma que pueda seguir alimentándose de ella a través de las oportunas tomas de cereales mañana y noche.
A pesar de que me saco la leche bastante a menudo, he notado como va reduciéndose la cantidad de leche que me extraigo, tanto que a veces me las veo y me las deseo para tener cantidades suficientes para las tomas de la noche. Me cuesta tener un remanente de leche congelada y siempre voy al día con las reservas.
De modo que más de una vez, cuando he compartido mi pesar con la gente de mi entorno más cercano, me han recomendado empezar a comprar leche artificial:
- "Pues vas a tener que comprarte un bote de leche, por si acaso".
- "No sé por qué te empeñas en seguir dándole tu leche, qué ganas de pasarlo mal"
Estos y otros muchos comentarios martillean mi cabeza y hacen que me irrite profundamente. Y es que, necesito darle el pecho a mi hija. Quiero prolongar todo lo que pueda la lactancia, nos gusta a ambas sentarnos y compartir ese momento, ella me busca y eso me encanta.
Por las noches, mientras dormimos, ella se acerca a mi y empieza a "hociquear", buscando mi pecho. Es una sensación maravillosa, acurrucarla en mi costado y dormirnos las dos plácidamente mientras se alimenta.
Lo cierto es que poco a poco su sueño nocturno es más constante y casi no me busca, ésto y todo lo que os he contado antes, está provocando una progresiva disminución del volumen de leche que genero. Y me da pena, porque no quiero que me pase lo mismo que me ocurrió con su hermano, que a los 6 meses, dejó de amamantarse.
Lo pienso y me da rabia que no sea fácil ni natural poder darle el pecho a tu propio hijo. El ritmo de trabajo, la prematura incorporación tras el parto, los familiares, ciertos amigos... son variables que ponen baches en este maravilloso camino de la lactancia.
Y a veces siento que es más una lucha que la forma natural de criar a tu prole. No lo entiendo, de verdad, no entiendo que sea real este modo de vida que hemos creado, que hayamos ido aceptando este tipo de sociedad, estas normas establecidas y leyes aprobadas que van contra natura, que hayamos ido racionalizando una forma de "estar en el mundo" tan poco fluida y tan contra corriente de los más pequeños, de las generaciones futuras.
Pero la rueda sigue y sigue girando y ¡ay! del pobre que le de por bajarse un rato de ella, aunque solo sea para reflexionar.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Mi padre me mima

Todas las mañanas, de lunes a viernes y si el tratamiento para la quimio se lo permite, baja tempranito de casa para esperarme.
Hay días que ni puede con su alma y aún así, le veo en la puerta del edificio, mirando a los lados con una bolsa en su mano.
Así, cada mañana, bajo del coche, abro la puerta y él coge en brazos a su nieta y a cambio me da la bolsa.
Sube las escaleras hasta el tercero, con mi niña en brazos y yo me voy a trabajar. Al llegar la hora de comer, abro la bolsa que mi padre me ha dado y veo que me ha preparado una comida deliciosa, que muchas veces, aún está caliente: "No cocines, me dice, que yo te preparo algo de comer y así no tienes que estar pendiente de eso" - me dijo hace poco. Y ¡vaya que se encarga él de la parte culinaria!:algo para picar a media mañana, 1º y 2º plato, postre y los cubiertos enrolladitos en una servilleta, no me imagino mejor menú ni en los restaurantes más lujosos de Madrid, ni preparados por mejor chef que él.
Por la tarde, cuando recojo a la nena, ahí está, sentada sobre él, plácida, acompañándose mutuamente.
-"Mira a ver si quieres algo de merendar"- me dice cuando llego... ó
- "Ahí tienes unas natillas", o bien...
- "Dile al niño que se coja unos mazapanes que he comprado que sé que le gustan"...
Y así cada día de cada semana, sintiéndome cuidada por alguien tan generoso como él.

¿Es o no es para decir que "mi papá me mima"?

lunes, 10 de diciembre de 2012

Entre dos puntos

La vida es aquello
que queda reflejado
en tus pupilas.
Y el encuentro
tuyo y mío.
O de dos
cuerpos desesperados.
Entretejiendo las pieles.
La vida es aquello
que queda pegado
al carmín
de tus labios.
Y el desencuentro
entre una lágrima
y el esbozo
de una sonrisa.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El cuento de los pies

Y decidí ponerme chanclas

y frente a mi se abrieron

caminos de lodo.

Y otros pisaron mis semidesnudos pies

maltrechos.

Así que me calcé unos zapatos,

cómodos, de piel suave y suela fina

y frente a mi se mostraron

pedregosos caminos.

Y otros aplastaron

mis empeines sin compasión.

Así que decidí hacerme

con unas grandes botas,

de vasta suela y dura piel

y frente a mi

se postraron amplias veredas

y sumisos pies descalzos

dispuestos a ser pisados,

temiendo ser aplastados.

martes, 4 de diciembre de 2012

El cuento de Popolín.

Popolín miró al cielo y del cielo colgaban mil pájaros bellos. De ellos se veían picos, alas, patas y la cola de color intenso negro. Popolín miró al mar y en el mar buceaban mil peces plateados. De ellos destelleaban agallas, escamas, boconas y burbujas con sabor a sal. Popolín miró a la tierra y por la tierra caminaban diminutas hormiguillas. De ellas se intuían antenas, cabeza, cuerpo y patitas trabajando con un hueso de cereza. Popolín quiso tocar el cielo para ser pájaro y no pudo. Quiso abarcar el mar para ser pez y tampoco pudo. Quiso llenarse los bolsillos de tierra y lo consiguió. Cuando llegó a casa le dijo contento a su mamá: - "¡Mira mamá!¡tierra!, ¡soy tierra!" Y la mamá, viendo caer a puñados la arena sobre el limpio suelo, le contestó amorosa: -"¡Anda Popolín, tira eso a la basura y vete a duchar que estás muy sucio!" Y de golpe y porrazo Popolín se convirtió en ser humano sin pretenderlo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Mamá Pouch y mamá Mei Tai

Mi hija y yo empezamos a tener opiniones parecidas: a ninguna de las dos nos gusta usar el carrito o cochecito y cacharrito de los demonios... Es un trastorrio que no sirve para mucho en las ciudades, con tanta gente y tanto bache, es bastante complicado caminar de forma ágil y fluída por las calles y mucho menos para los pueblos, al menos para los pueblos como en el que yo vivo en el que las aceras son estrechas, el reborde no está adaptado y las farolas se sitúan justo dentro del recorrido del peatón ¡un desastre! La mayoría de las veces tenemos que ir por la carretera, con el riesgo que ésto conlleva.
Así que, al igual que me ocurrió con mi hijo, he desistido a llevarlo y empiezo a sucumbir a mi método personal para portarla que es una simple pashmina.
La verdad es que con el primer hijo, me iba fenomenal mi propio invento, pero según vas leyendo, te das cuenta de que debes SABER portar al bebé para que no haya ningún riesgo en su salud. Una mala postura, puede conllevar problemas de espalda, articulaciones, pelvis... efectos negativos que evidentemente no quiero provocar.
De modo, que he estado echando una ojeada por internet y de todas las posibilidades de porte, me quedo con estas dos:
El Pouch y el Mei Tai.
El Pouch es una bandolera que colocada de una forma específica simula un gran bolsillo en el que metes al bebé, en función de su edad, varía la postura.
Os dejo un enlace en el que podéis ver qué es un pouch y cómo se coloca al bebé :)

Y el Mei Tai es básicamente una mochila de origen asíatico. Me ha encandilado y durante la próxima semana me haré con una tela para hacerla... la nena ya tiene tres meses y dentro de nada podré llevarla así. Os dejo el enlace también de cómo se confecciona.


Ya os contaré la experiencia y prometo colgar fotos!!

Por cierto, para los papás y mamás recientes y no tanto... ¿qué sistema usais o usásteis vosotros?

sábado, 4 de agosto de 2012

Bruma

Hoy he perdido el sueño a eso de las cuatro de la mañana. Estuve dormitando en el sofá junto con mis dos pequeñajos hasta muy entrada la noche y tras despertarme, todos nos fuimos a la cama.
Pero se me fueron las ganas de dormir.
La madrugada ha sido una gran confidente a lo largo de mis años de juventud: me recuerdo escribiendo los más sentidos fragmentos de mi vida a esas horas, o estudiando con la radio de fondo. Ahora, es difícil no aprovechar la noche para dormir, al día siguiente he de estar lo suficientemente despejada como para atender a mis pequeñajos y estar al 100% de mis capacidades para disfrutarles sin tener mala cara.
Sinceramente, necesitaba una madrugada como ésta. He estado sola en casa, con los niños adormilados dejando un cómodo espacio entre mis obligaciones y mi persona y mil pensamientos para poner en orden.
Y he de concluir, que siento que en todo este tiempo pasado, una densa bruma ha ocupado mi cerebro tanto, que ha obnubilado mis ojos.
Quiero ponerle fin al cuentacuentos de mi cabeza al que solo se le ocurren las más tristes historias con las que llorar compungidamente. A veces, en un pequeño atisbo de lucidez, siento que la pena se diluye y que retomo la fuerza que antaño me movilizaba, pero cuando vuelvo al sueño y despierto, noto que lo que queda es el miedo:
Miedo a lo efímero de la vida y terror al no saber cuánto de efímero va a ser la mía o la de los que amo, miedo al dolor, miedo al futuro incierto.
Sin embargo, hoy y contra todo pronóstico, la fuerza ha regresado y se ha quedado junto a mi almohada hasta caer rendida contra ella y también la he visto al abrir los ojos mientras amanecía ya. No sé cuánto se dignará a permanecer a mi lado, pero mientras esté, mientras me de la mano y me haga apretar los dientes con coraje, aprovecharé el día sin preguntarle cuándo se irá y sin lanzarle súplicas al mañana.
Hoy la bruma espesa ha dejado algo de paso a la cordura y estoy deseosa de ponerme en marcha.

sábado, 7 de julio de 2012

De cada día.

"Cada día q comienza es una nueva oportunidad para disfrutar de la vida". Ésto es lo que escribí hace unos días en una red social... "Tal vez la última. No es como para darle vueltas o amargarse con ello, pero si para tenerlo presente en el fondo", fue lo que me contestó una buena amiga. Y tiene toda la razón. No es para estar siempre con la idea de lo efímera que es la vida como un yugo pesado, pero sí es como para tenerlo en cuenta y usarlo para entender que cada minuto es un regalo.

viernes, 22 de junio de 2012

Bienvenida Elsa

Hace una semana y a esta hora estaba trabajando... pensaba que si seguía con tanto malestar me iría a casa, pero aguanté hasta mi hora de salida. Cuando dormí un rato la siesta, me levanté renovada, sin molestias. Al llegar la noche el sueño se interrumpía constantemente y yo cambiaba de postura para volver a retomarlo. A las 4 de la mañana comencé a tener contracciones, mi cuerpo se empezaba a preparar para la llegada de mi pequeña. Después de un buen baño acompañado de respiraciones profundas y relajadas, sentí que era el momento de salir hacia el Hospital. A los 20 minutos de llegar, ya tenía a mi hija en brazos. El parto fue un regalo. Sentí cada movimiento de mi pequeña, cada empuje por salir a respirar una nueva vida, su fuerza, su vitalidad... lo inundó todo con su llanto y su olor... Aún no ha pasado ni una semana y ya nos ha robado el corazón.

domingo, 10 de junio de 2012

Ahogo

Hace tiempo que no me paseo por aquí.
Estoy algo enfadada con el mundo y quizá sea eso lo que me paraliza a la hora de ponerme a escribir.
Tengo tantas cosas dentro, que quizá sea el pudor el que no me permite lanzarme a desahogarme "frente" a vosotros: conocidos y desconocidos que un día cruzásteis vuestros caminos con el mío.
Sentimientos de dolor me recorren y llegan hasta lo más profundo de mi ser y con ellos, el peso y la responsabilidad de afrontarlos de la mejor manera posible porque dentro de mi hay alguien creciendo que merece toda el amor, armonía y tranquilidad que le pueda ofrecer.
Alguien muy cercano a mi está enfermo... y aunque mi filosofía siempre haya sido la de aprender de cada momento que me ofrezca la vida, en estos momentos no consigo aferrarme a eso.
El frío me invade cada noche, cuando en la soledad del sueño, acuden a mi recuerdos de mi infancia asociados a él. Su imagen se amontona en mi mente con tanta nitidez que creo desfallecer... es cuando más agotada estoy y cuando menos puedo controlar la tristeza.
Estoy asustada ante la idea de perderle, incluso ante la idea de que sufra en este duro proceso.
Y solo consigo dormirme pensando en lo afortunada que he sido por tener a alguien como él a mi lado.
Cada mañana, al despertar comienzo una nueva etapa en la que doy gracias por vivir un nuevo día, por sentir que se me concede el privilegio de disfrutarlo junto a los míos, por tener la certeza de este regalo que se me ofrece gratuitamente, e intento dejar de lado la oscura pesadumbre para dar paso a ese espíritu de lucha que siempre he querido poseer.
Hasta que el sol desaparece de nuevo y ante el ocaso llega la desesperación.

jueves, 29 de marzo de 2012

miércoles, 14 de marzo de 2012

El miedo y la culpabilidad.

No sé si todos estáis al tanto de mi situación laboral y aún sabiéndome privilegiada porque tengo no uno, sino dos trabajos a media jornada cada uno, no dejo de sentirme oprimida por la situación económica que está hundiendo Europa (y parte del extranjero). 
Vivo con la pesada losa y constante sensación de que, de repente mi vida laboral cambie, la empresa quiebre, mis alumnos no vengan al programa que imparto, mi salud se resquebraje, el embarazo se complique y me despidan

... Y esos días en los que el trabajo me carga hasta el punto de querer dejarlo todo, me siento culpable porque ENCIMA que tengo ocupación, me QUEJO...

¿Sabéis? El lunes hizo un día maravilloso, un sol espléndido acompañado de una fresca brisa que me despejó las tensiones tan pronto cayó sobre mi... y me sentí culpable porque NO PUEDO PENSAR QUE UN DÍA ASÍ ES MARAVILLOSO, no lo es, un día maravilloso es un día de lluvia, de esa lluvia que tanto necesitamos y que no llega.

Después llegué a casa... delicia y dulce hogar, y me viene a la cabeza toda esa gente que ha perdido el suyo, que no tendrá la oportunidad de retomar su vida en el punto en el que todo empezó a perderse. Y culpable, triste por saberme especial y afortunada mientras el temporal arrasa vidas y destroza proyectos.

Me cuesta dormir por las noches, me puede la incertidumbre de una situación que me sobrepasa.
Y pienso que lo peor de todo es vivir con este miedo a que todo vaya a peor, un miedo que nos han inyectado aquéllos que se supone que quieren lo mejor para nosotros.

viernes, 9 de marzo de 2012

Mujer ante el mundo

Pienso ...
resguardarme de las voces,
apartada de la gente.


Permanecer ...
en esta burbuja,
alejada del dolor,
apartada del daño
que me producen las palabras.


Cuidarme en Mi mundo,
acolchado
para no dañarme.


Alejarme, correr, huir, protegerme, esconderme.


Y Gritar: para dejar salir a la tristeza.
Y Reir: para dejar entrar a la felicidad.


Retraerme,
eternamente.

Desconfiar,
siempre.

No darte cabida.
Ni ser generosa.
Ni darme a ti.

Hipócrita.
Egoísta.
Hiriente.

Arrugadita
contra el pequeño espacio
en el que me has arrinconado.
Y contra las cuerdas
de tu pelea personal.

Impasible ...
Hierática.
Infranqueable.

Dejar de escucharte,
parar de hablarte.

Y responder a tu inquina
con un firme y sencillo silencio.








martes, 6 de marzo de 2012

Anoche, me quedé dormida junto a ti.
Y tú, acurrucado contra mi cuerpo,
con una sonrisa dibujada en tu dulce cara.
Me quedé dormida respirando tu aroma.
Reconozco la textura de tu piel como si fuese la mía propia.
Identifico los latidos de tu corazón al compás de los míos.
Y voy relajando mi mente,
recordándote cuando aún eras un bebé.
La ternura de tus ojos cuando nos miras.
La inocencia de tu expresión.

Mi niño,
desde que veniste a mi vida,
soy más feliz.
Mis días están repletos de momentos,
instantes, moléculas de alegría
que lo impregnan todo.

Porque contigo en casa,
mi amor,
me río más que nunca.
Y mi alma es más ligera.

lunes, 5 de marzo de 2012

¡¡FUERA ESTRÉS!!

... He echado al estrés de mi vida. He ido dándole patadas desde hace ya muchos meses, pero ayer, viendo a mi "adorado/ble" Punset le saqué por completo de mis planes vitales.
Rescato varios fragmentos de la entrevista, que podéis leer además en este enlace:
"... deberíamos fijarnos en la salud emocional de las mujeres durante el embarazo, no sólo en la salud física... Pero ahora nos hemos dado cuenta de que la psicología del niño sencillamente no empieza en el nacimiento sino en el útero materno. "

El vídeo completo:

martes, 21 de febrero de 2012

Dieta para una embarazada.

Jueves, 16 de febrero de 2012, 17.15 horas. Lugar: Ambulatorio. Especialidad a visitar: Tocoginecología.
Quien espera desespera: y es que ha pasado una hora y cuarto desde que tenía cita. Sale la enfermera y llama a tres personas, yo soy la tercera afortunada (me hago pis cada dos por tres), el peque está ya tirándose por los suelos molestando al personal, la abuela del peque ya no puede hacer nada para contenerle... entra una... sale; entra la siguiente... también sale y ... entro (¡ya era hora!).
Resulta que "doña la tres pacientes antes que yo", se ha tirado 45 minutos en consulta y me entero ya frente a mi "SUPER GINECÓLOGA" que era SU sobrinísimo, que resulta que ha venido sin cita previa, pero que CLAAAAAAAAAAARO, ¿CÓMO NO VA A ATENDER A SU SOBRINO Y A SU MUJER DE 42 AÑOS QUE ESTÁ PREÑADA DE GEMELOS???? (sin cita previa, ¡cojon..do! Y yo apostando por la Sanidad Pública). Ea.. la especialista tiene prisa (rápido, rápido, rápido),  que va con una hora de retraso y nos está despachando a tod@s en un minuto (y estoy siendo generosa en mi apreciación). Literalmente, me arranca el historial de las manos y sin mirarme a la cara "manda" a la auxiliar que me tome la tensión y me pese; TENSIÓN: 10 / 6, por lo visto, eso está bien. PESO (no te quites nada: así con chaqueta, abrigo, botas...): 5 kg más ¿5 kg más que el mes pasado? ¿quéeeeeeeeeeee? ¿cóoooomooooo? ¿cuánndooooooo? No recuerdo haberme engullido a Moby Dick últimamente... ññññññññññffffffffffff. Y sin más dilación, me dice que me ponga a dieta, que ... en realidad no voy mal de peso porque perdí un kilo en el primer trimestre y que con los 5 kg de ahora hacen un total de 4 kg... que teniendo en cuenta ésto, voy bien de peso porque se supone que he engordado menos de 1 kilo al mes... pero claro, que con esta progresión no puedo continuar, que no puedo engordar 5 kg de golpe... patatín patatán: Su velocidad de crucero al expresarse, no me permitía dilucidar más que palabras "gorda", "peso" y "kilos". En dos segundos y de cabeza, me dijo que siguiese esta dieta:

MAÑANA: Buen vaso de leche desnatada con cacao y/o café soluble descafeinado y azúcar al gusto + dos tostas integrales con mantequilla (ojo al dato)
MEDIA MAÑANA: Dos piezas de fruta.
COMIDA: Buen plato de verduras y carne o pescado.
MERIENDA: Yogur desnatado.
CENA: Buen plato de ensalada con pescado (palabras suyas: da igual si rebozado o frito, al vapor o a la plancha)...
¿Per-do-na? si me pongo a comer todo eso, no engordaré 5 kg al mes, engordaré 50 kg. I promise!
¿Acaso no se dió cuenta de mi volumen abdominal? me ha crecido descomunalmente en este último mes!! ni siquiera me preguntó si he comido en exceso (respuesta negativa). Simplemente, he dejado de tener náuseas.
Y así me soltó por el mundo. En un minuto resolvió mis problemas de peso y aquí paz y después gloria. Snif, snif, snif.
Como soy una mami y por ende, mujer responsable, me preocupo por mi peso y por mi alimentación: No entiendo qué ha podido fallar (si es que algo ha fallado). ¿Quizá ese postre en fin de semana? ¿alguna celebración que no recuerde? ¿cambios metabólicos y hormonales? ¿el exceso de equipaje? No lo sé... quizá sí, quizá no...
Lo que tengo claro es lo que SÍ voy a hacer que es básicamente practicar algún tipo de deporte que me ayude a manterme en forma y quemar calorías sobrantes.
Y buscando, buscando, me meto en una web y en otra y otra y concluyo ésto:
Que por supuesto el ejercicio es sinónimo de salud. Y por supuestitísimo, que mantenerse en forma siempre ha sido importante y que es más importante aún durante el embarazo ya que el ejercicio moderado ayuda a fortalecer los músculos que usaré en el parto como los del abdomen, la pelvis y la parte baja de la espalda.

También el ejercicio durante el embarazo me ayudará a ganar menos peso y cuando finalmente tenga a mi nenita, volveré al peso que tenía antes de quedar embarazada en mucho menos tiempo del que me tomaría si no hubiese hecho nada durante los nueve meses.

¿Y qué ejercicios son esos que nos ayudan tanto?

Pues aquéllos que he practicado antes de quedar embarazada siempre que no sean extremos o tenga riesgos de caídas, aumento exagerado del ritmo cardiaco o disminuyan el riego sanguíneo al útero (abdominales, por ejemplo)... o tenga un embarazo del riesgo (no es el caso).
Yo me decanto por el pilates o la natación (o ambos).
En el pilates, tengo en mente algún que otro gimnasio que ofrece un tipo de programas solo para embarazadas en los que aprovechan los beneficios de esta técnica y además facilitan herramientas para fortalecer aquellas zonas que más sufren durante el embarazo y el parto.
Con la natación, o bien iré por libre, o también preguntaré en alguna pisci de la zona... a ver si "pesco" algún cursito de natación para premamás.
Estoy segura que todo ésto me ayudará a sentir mejor ¡viva el deporte! y así no tendré que recurrir a la "dieta" hipercalórica (digo bien, hiper) que me propone mi "SÚPER GINECÓLOGA".

¿Qué otros ejercicios o propuestas tenéis vosotr@s? admito las reales e imaginarias... ah! y la dieta del cucurucho, ya la practico (así que no me vale) jejeje.

lunes, 6 de febrero de 2012

ES NIÑA !¡

... Y prometo no generar demasiadas diferencias en cuanto a género... aunque tampoco seré como esos padres que ocultan el sexo de sus hijos para no crear ninguna predisposición por este tema en cuanto a su comportamiento.
¡Es niña! - esto es lo primero que he dicho al llegar al trabajo.
¡Qué bien! - ahora ya podrás empezar a mirarle vestiditos... y comprarle toooooodo rosa.
¡Rosa??, ¿vestiditos??!- he pensado.
Uf! me temo que yo nunca he sido ese tipo de "niña". Yo he sido más bien tirando a brutota... y no en sentido despectivo... brutota comparándome con otros "niños". Siempre me ha gustado jugar a lo "bestia". Me recuerdo en la Finca de mi abuela tirándome entre la "cebada", lanzándome a la "alberca" sin saber apenas nadar, cogiendo a los gatillos que se me lanzaban cual tigres hambrientos, soltando a los perros porque me daba pena verles atados, metiéndole la mano en la boca a los becerros y cogiendo huevos mientras espantaba a las gallinas y a la edad de 4 añitos, con las manos cortadas de tanto meterlas en el frío y callos en los pies por andar descalza por ese camino manchego de la Finca ... vaya! bastante asilvestrada.
Nunca me gustó hacer corrillo en el patio del colegio para hablar de la Música de los 40 Principales y de lo bueno que estaba David Sumers, ni tampoco estaba al día de moda, ni peinados... Y aunque de verdad intentaba integrarme al máximo, me aburría tremendamente y me perdía en estas conversaciones de mis compañeras, conversaciones para mi anodinas que se iban diluyendo en el recreo mientras mi mente se escapaba hacia otros lugares en los que yo aprendía a montar a la Yegüa que tenía mi tío en la Finca, con nombre Sultana y con la que finalmente troté aprendiendo a montar a pelo mientras ella pastaba tranquilamente entre las alpacas.
Me he sentido más cómoda con mis primos y mi hermano y sus amigos que con el resto de mis congéneres féminas... no sé por qué y tampoco le busco una explicación.
Con mi hijo es prácticamente lo mismo que con mi hermano: nos entendemos, simplemente. Mi peque y yo nos llevamos bien, somos como el guante a la mano. Me gusta su conversación, sus reacciones, sus juegos, sus inquietudes... muchas veces, cuando se le rompe algún juguete, acude a mi para que se lo arregle... incluso a su padre, alguna vez que se la he roto algo le ha dicho "dáselo a mamá, que ella sabe arreglarlo"...
Y os parecerá una tontería, pero sin querer caer en "rollitos" machistas y feministas, el hecho de saber que voy a tener una "nenita" hace que me sienta en cierto modo insegura.
¿Seré un buen modelo para ella?
Espero que sí... y espero que esta "tontería" que me entró en el cuerpo se disipe tan pronto como mis hormonas se centren un poco.

jueves, 19 de enero de 2012

TRABAJO, TRA BAJO, TRAB arrrrgggjjjjj oh...

El trabajo dignifica, ¡es así!  ¡yo no soy quien vaya a decir lo contrario!... sobre todo en estos tiempos que corren.

... Una vez solventado el posible error de entendimiento y siendo del todo conscientes de que trabajar hoy en día es un lujo (sea donde sea que estén tus huesos)... tengo que ser sincera y decir que ... estoy cansada de los sistemas de dirección piramidal :( y tener que lidiar con gente que prospera en sus puestos porque ponen buena cara a cambio de un par de "cafés" al día. No puedo. No sirvo. Y así me va... Soy incapaz de "promocionarme" siendo una fachada falsa de halagos al jefe. No sirvo para impulsarme gracias a una estupenda e hipócrita campaña de marketing. Mi perfil es el que es: trabajadora, humilde, tímida, constante, implicada, incluso dando más de lo que me dan... si me apuras ¡un chollito! peeeero ... ¡que no! que no me sale eso de "crecer" a base de hacer la "rosca" al de arriba o pisotear al de al lado y/o "voceando" a los cuatro vientos mis logros, mis golpes de ingenio y solvencia.
Me gusta la sencillez y me gusta que valoren mis méritos por mi trabajo real, por mis prestaciones a la empresa y beneficios obtenidos ... no por el peloteo en un juego sin pelota.
Frustrada por hacer el trabajo en la sombra, por servir de "parcheadora" cuando los "marrones" asoman por la puerta, por ser buena compañera e intentar no tener dobleces... por poner las cartas sobre la mesa mientras los demás conservan su "as" en la manga.
Comprobando que la mejor manera de seguir adelante, es haciéndote la tonta, fingir que no te das cuenta de ser la persona más barata del lugar.

Intentando aprender a tocar la pandereta al compás de la chirigota y hasta ponerte la peineta por montera para perderte en una cortina de humo...

Quizá no encuentre nunca el consuelo... quizá sí ... porque tengo la ligera sospecha de que no soy la única "rara" que circula por el mundo laboral pretendiendo ganarse el pan de forma honesta, siendo simplemente una pieza rentable dentro de una empresa que pasa olímpicamente de los buenos trabajadores mientras enfoca su "ojo de Saurón" hacia los empleadillos con complejo de rémora que se blanquean cada mañana la sonrisa para caer mejor que nadie (mientras planifican cómo escribirán el siguiente guión para su película).
Pero "shhhhh", que quede entre nosotros, porque ya os lo he dicho: yo... no me entero de nada :)

martes, 10 de enero de 2012

Seres sociales

Esta mañana, hablando con una compañera me comentaba lo difícil que le parecía compaginar el cuidado de los hijos con la vida laboral... ella no es madre pero está viviendo de cerca la crianza de su sobrina. ¡Cuánta razón en sus palabras! Me decía cómo toda una familia al completo (abuelos, tíos de la nena y por supuesto los propios padres de la pequeña) tenían que reorganizarse sus tiempos para poder hacer frente del cuidado del bebé: visitas al pediatra, comidas, horas de sueño, cambios de pañal, baños... y vuelta a empezar.
Lo cierto es que cuando alguien se plantea tener descendencia, tiene que cuestionarse muchas cosas entre ellas el tema de sus rutinas habituales ya que en el futuro, el bebé pondrá patas arriba tus tiempos. Mientras la mamá está de baja por maternidad (y también el papá en esos escasos días de "permiso por paternidad") la pareja puede "medio" organizarse sin tener que tirar tanto de los familiares más cercanos... pero cuando hay que incorporarse al trabajo tras los 4 meses de crianza intensiva todo cambia.
Ya hemos hablado mil veces de la dificultad de conciliar vida familiar y laboral ... pero una cosa es hablarlo y otra vivirlo de primera mano.
En mi caso, mis padres se ofrecen siempre encantados a echar una mano. Siempre intento no abusar y no delegar en ellos el cuidado de mi hijo, pero siempre siento que a pesar de mis intentos, acabo apoyándome en ellos en muchas ocasiones. Por horario son ellos quienes recogen al peque del cole y le dan de merendar. Cuando enferma, le cuidan los días en los que debe guardar reposo. Y desde luego, en el futuro, cuando nazca su hermanit@, los días en los que estemos en el hospital...
Y me siento profundamente afortunada por tenerles y por sentir que ellos son felices con su nieto, que no lo sienten un lastre o una carga pesada u obligada.
Sé que como yo hay muchas familias que se apoyan en sus padres para poder organizarse para crear un clima afectivo y adecuado para los niños.
En realidad, si revisamos nuestra pre-historia, los humanos nos hemos organizado en grupos que han sido los que nos han posibilitado nuestra supervivencia. Vivir dentro de una comunidad estructurada permitía el desarrollo de la misma.
Yo recuerdo cómo mi propia madre nos dejaba alguna tarde en casa de la vecina o la vecina nos dejaba a sus hijos para poder hacer alguna gestión.
Ahora hemos perdido quizá esa cercanía fuera de los propios familiares y quizá ese desapego social nos dificulta en parte la crianza de nuestra prole.
Yo en mi caso, solo "acudo" a mis padres como primera opción... pero no estaría nada mal poder volver a nuestros orígenes ¿no creéis?
Por cierto, os dejo una foto del triponcete de 16 semanas de gestación... ¡y el tiempo sigue pasando!