Esta mañana, hablando con una compañera me comentaba lo difícil que le parecía compaginar el cuidado de los hijos con la vida laboral... ella no es madre pero está viviendo de cerca la crianza de su sobrina.
¡Cuánta razón en sus palabras!
Me decía cómo toda una familia al completo (abuelos, tíos de la nena y por supuesto los propios padres de la pequeña) tenían que reorganizarse sus tiempos para poder hacer frente del cuidado del bebé: visitas al pediatra, comidas, horas de sueño, cambios de pañal, baños... y vuelta a empezar.
Lo cierto es que cuando alguien se plantea tener descendencia, tiene que cuestionarse muchas cosas entre ellas el tema de sus rutinas habituales ya que en el futuro, el bebé pondrá patas arriba tus tiempos. Mientras la mamá está de baja por maternidad (y también el papá en esos escasos días de "permiso por paternidad") la pareja puede "medio" organizarse sin tener que tirar tanto de los familiares más cercanos... pero cuando hay que incorporarse al trabajo tras los 4 meses de crianza intensiva todo cambia.
Ya hemos hablado mil veces de la dificultad de conciliar vida familiar y laboral ... pero una cosa es hablarlo y otra vivirlo de primera mano.
En mi caso, mis padres se ofrecen siempre encantados a echar una mano. Siempre intento no abusar y no delegar en ellos el cuidado de mi hijo, pero siempre siento que a pesar de mis intentos, acabo apoyándome en ellos en muchas ocasiones. Por horario son ellos quienes recogen al peque del cole y le dan de merendar. Cuando enferma, le cuidan los días en los que debe guardar reposo. Y desde luego, en el futuro, cuando nazca su hermanit@, los días en los que estemos en el hospital...
Y me siento profundamente afortunada por tenerles y por sentir que ellos son felices con su nieto, que no lo sienten un lastre o una carga pesada u obligada.
Sé que como yo hay muchas familias que se apoyan en sus padres para poder organizarse para crear un clima afectivo y adecuado para los niños.
En realidad, si revisamos nuestra pre-historia, los humanos nos hemos organizado en grupos que han sido los que nos han posibilitado nuestra supervivencia. Vivir dentro de una comunidad estructurada permitía el desarrollo de la misma.
Yo recuerdo cómo mi propia madre nos dejaba alguna tarde en casa de la vecina o la vecina nos dejaba a sus hijos para poder hacer alguna gestión.
Ahora hemos perdido quizá esa cercanía fuera de los propios familiares y quizá ese desapego social nos dificulta en parte la crianza de nuestra prole.
Yo en mi caso, solo "acudo" a mis padres como primera opción... pero no estaría nada mal poder volver a nuestros orígenes ¿no creéis?
Por cierto, os dejo una foto del triponcete de 16 semanas de gestación... ¡y el tiempo sigue pasando!
6 comentarios:
Ciudadana, vaya tripita cómo ha crecido!
Besos y enhorabuena,
Merce
Esa barriguita redonda....!!!!
:)
Feliz Año lleno de felicidad asegurada.
Me encanta la barriguita!!!! Y creo que llevas más razón que un santo. Yo me he criado de casa en casa de los vecinos. Los niños entraban y salían de cada una de ellas sin problemas. A mí si me gustaría volver a eso, pero tal y como está la sociedad hoy en día, lo veo difícil...
Lo he dicho muchas veces, nos falta la tribu... Me encanta tu foto, estaba un poco de capa caida y me voy con una sonrisa a la cama...
Un supersaludo
Yo también soy pro-tribu y creo que para eso existe la familia (entre otras cosas, no sólo para discutir en Navidades, jajaja)
Veo que la cosa va fenomenal!
Un abrazo
Hola Merce! esta tripita está ya tirando a tripota... me sorprende tener tanta, la verdad... pero me encanta!!! jejeje, estas Navidades me han pasado todos los boletos de lotería y más :)
Dear Rose... jeje, espero que este año esté lleno de felicidad, que con esto de que la "crisis" se agudiza, prefiero pensar en positivo.
Hola Ana, ¡qué bien nos ha venido siempre ese patio de vecinos!! era mi única fuente de relación con otros niños (salvando el colegio)... estaría genial volver a la "tribu" como dicen por ahí SW y Papá Lobo.
SW... habrá más fotos (no sé si más adelante "abarcaré" la dimensión del bombo :)) y os contaré por supuesto si "habemus nena o habemus nene" (aún no lo sé)
Papá Lobo... va a ser verdad que la familia vale para algo más que para repartírsela en Navidad ¿no? jejeje. Además, los de tu especie siempre van en manada... imagino que practicas con el ejemplo ;)
Un beso a todos!!!!
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