domingo, 10 de junio de 2012

Ahogo

Hace tiempo que no me paseo por aquí.
Estoy algo enfadada con el mundo y quizá sea eso lo que me paraliza a la hora de ponerme a escribir.
Tengo tantas cosas dentro, que quizá sea el pudor el que no me permite lanzarme a desahogarme "frente" a vosotros: conocidos y desconocidos que un día cruzásteis vuestros caminos con el mío.
Sentimientos de dolor me recorren y llegan hasta lo más profundo de mi ser y con ellos, el peso y la responsabilidad de afrontarlos de la mejor manera posible porque dentro de mi hay alguien creciendo que merece toda el amor, armonía y tranquilidad que le pueda ofrecer.
Alguien muy cercano a mi está enfermo... y aunque mi filosofía siempre haya sido la de aprender de cada momento que me ofrezca la vida, en estos momentos no consigo aferrarme a eso.
El frío me invade cada noche, cuando en la soledad del sueño, acuden a mi recuerdos de mi infancia asociados a él. Su imagen se amontona en mi mente con tanta nitidez que creo desfallecer... es cuando más agotada estoy y cuando menos puedo controlar la tristeza.
Estoy asustada ante la idea de perderle, incluso ante la idea de que sufra en este duro proceso.
Y solo consigo dormirme pensando en lo afortunada que he sido por tener a alguien como él a mi lado.
Cada mañana, al despertar comienzo una nueva etapa en la que doy gracias por vivir un nuevo día, por sentir que se me concede el privilegio de disfrutarlo junto a los míos, por tener la certeza de este regalo que se me ofrece gratuitamente, e intento dejar de lado la oscura pesadumbre para dar paso a ese espíritu de lucha que siempre he querido poseer.
Hasta que el sol desaparece de nuevo y ante el ocaso llega la desesperación.

6 comentarios:

Arantxa dijo...

Ciudadana, me has dejado helada. Igual hay opciones de lucha contra la enfermedad, igual, con suerte no le pierdes. Hay que luchar hasta desfallecer. No he pasado por eso, sí por otra experiencia dura, de la que creí que no saldría sin perder la razón y ahora estoy aquí, te escribo.
Lo siento mucho, de verdad.
Un beso enorme

Melisa dijo...

ánimo y valor

Merce dijo...

Ciudada, se te echaba de menos, pero pensaba que ya tendrías a tu bebé en brazos.

Lo que cuentas es muy duro, llevo sintiendo eso cerca de 2 años, desde que a mi hermano le detectaron el cancer, y ahí estamos, luchando y disfrutando cada momento que podemos juntos.
Ahora más que nunca: Carpe Diem!

un beso y un abrazo grande

Ana dijo...

No sabes como te entiendo, pero de verdad... La persona que más quiero en el mundo está también enferma y yo soy la persona más cercana a él con lo que estoy viviendo el proceso de primera primerisima mano. Es horrible, es desolador, es desgarrador, es un dolor continúo que incluso te hace sentir culpable las pocas veces que disfrutas de la vida o sonries con ganas...
Las noches son siempre lo peor, la oscuridad nos come y nos hace ver todo lo malo, que es mucho, pero yo he decidido que la falta de luz no me va a poder y voy a intentar con todas mis fuerzas aferrarme a lo bueno, a que él sigue aquí conmigo un día más... y mañana díos dirá...
Fíjate, es la primera vez que hablo tan claramente del tema en un blog (y no es el mío) pero es que me han llegado al alma tus palabras, es como si salieran de mi boca y mi corazón...
Mucho ánimo, muchos besos y abrazos, y que sepas que me tienes para lo que quieras, que te entiendo y te entenderé por pasar ahora mismo por situaciones muy parecidas...
Piensa en esa pequeñaja que tienes dentro y en el enano que te necesita y aférrate a lo bueno de la vida...

Ciudadana C dijo...

Arantxa, agradezco mucho tus palabras y comprendo que cada uno de nosotros ha vivido experiencias como la que os cuento, a veces me alivia saber que muchos de vosotros habéis salido de ésto y otras, siento esa terrible soledad, esa que cada uno sufre y además, debe superar.
Gracias Mel, sé que estás ahí... y no nos vemos mucho, la verdad, pero siempre noto tu presencia, sobre todo en los momentos más cruciales de mi vida.
Merce, muchas gracias a ti también, tienes razón, que en estos momentos lo que nos queda es vivir el presente, el día día, sentir que cada minuto es un regalo.
Ana, me conmueve que sea la primera vez que hables de esto en un blog y que sea aquí. Me llega tu fuerza y tus ánimos... nos agarraremos a la vida :)

Chelo dijo...

Mucho ánimo ciudadana, mucho ánimo, cada día es un regalo.
Siento mucho que estés pasando por una situación así, un beso