Casi enfermizo,
febril.
Me recreo en tu piel,
en el calor que emanas.
... inolvidable.
Reinvento un mundo,
recordando
tantas veces
navegar
por el río del olvido
de la mano de Caronte.
Obsesivo,
inyectado en mi sangre,
atravesando las paredes
de mi corazón.
Salvaje,
como un animal
oliendo el almizcle de tu cuerpo.
Serpenteo sobre ti.
Saboreo la sal de tu cuello.
Hiriente
y clavado en mi cerebro.
Siempre.
3 comentarios:
Qué bien te sale la poesía, muy representativa, siempre transmites un montón de sensaciones :-)
Un beso!
Gracias corazón!
;)
me encanta, CC :-) muy sugerente... sobre todo con este calor! :-)
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