
Porque he decidido que cada día CONtenga algo especial.
¿Cual ha sido vuestro pequeño placer hoy?
Las cavilaciones de una ciudadana común... que a veces camina con firmeza y otras veces dudando.
Yo a ella la conocía porque coincidíamos algún verano en una finca de mi familia. Empezó a mostrar los síntomas de Alzheimer con 60 años o incluso antes y vivió 20 años más. En las puntuales veces que la veía, se me hacía cada vez más patente su enfermedad: al principio muy sutil, con pequeños pero marcados cambios de humor y personalidad. Ella, que era una mujer amable pero con genio, poco a poco fue convirtiéndose en alguien desconfiado, con mal humor y bastante introvertida. Su marido y su hija (la menor), que fueron quienes se encargaron de ella durante todo el proceso, nos contaban cómo se escapaba de casa en las primeras fases, cómo se desorientaba estando en su propia habitación y lo angustioso de cada pequeño detalle en el que veían cómo iban perdiendo a la mujer que conocieron.
La felicidad... o mejor dicho, los pequeños pedazos de felicidad diaria que hacen que la vida merezca la pena.