viernes, 16 de julio de 2010

LA MUDANZA

Y yo que creía que había vivido alguna que otra mudanza en mi vida... sin embargo, hasta ayer, no supe la verdad de esto.
Hemos estado toda la semana preparando cajas, bultos, bolsas, todo ello con su debido cartel, sabíamos que íbamos mal de tiempo, sabíamos que no estábamos con el ritmo en el cuerpo y efectivamente ¡nos pilló el toro! Llegó el camión de la mudanza y en dos horas toda nuestra vida (de cinco años en común) estaba camino a otra casa. Aún así, no pudimos meter todo en cajas y hemos estado el día y medio posterior a la mudanza, recogiendo objetos sueltos, papelitos extraviados, juguetes fuera de lugar, fregona, gel... en fin, cositas que nos han llenado el coche unas cinco veces con sus correspondientes idas y vueltas a cada casa.
De las mudanzas se aprenden muchas cosas, la primera que vivimos rodeados de cosas innecesarias y aún así las guardamos "por si acaso" (aún a pesar de pensar que yo soy práctica y prescindo de bastantes cosas materiales), la segunda, que hay que saber renunciar a lo material, esta parte ha sido muy dura porque ha sido necesario prescindir de ciertos muebles que tenían para mi un gran valor sentimental. He tenido que elegir dejarlos en la antigua vivienda y me ha costado un sofocón, pero finalmente, he tenido que ser fuerte y pensar que, una vez más, no puedo dejarme llevar en esta vida por el amor a los objetos, al fin y al cabo no sentir que algo te pertenece, te hace más libre.
Si os soy sincera, aún me siento extraña en esta nueva casa, estoy algo lejos de los amigos de toda la vida, mi familia se quedó también en esta ciudad que ahora ya no es la que me verá dormir cada noche... y no sé, por un lado siento que un mundo nuevo se abre ante mi, no es una sensación nueva pero esta vez, siento quizá algo más de miedo porque en este cambio tan importante, también he implicado a mi hijo... y no sé, este tipo de decisiones también le afectan en su vida, espero que sea para bien.
Os seguiré contando en estos días ya que de momento... ¡me toca desembalar!

6 comentarios:

Papalobo dijo...

Nosotros nos deshicimos de varias cosas cuando hicimos la última mudanza, jejeje.
Aunque comparto el sentimiento contigo de sentirte extraño en tu casa nueva (y eso que en nuestro caso, era nuestra propia casa y no una de alquiler)

Bueno, ahora a colocar,descansar, volver a colocar, y comenzar en ese nuevo hogar.
Saludos

Isa dijo...

supongo que no será fácil... ¡mucho ánimo, CC!

Niña hechicera dijo...

Cuando nos mudamos hace cuatro años sentí también ese vértigo,pues en el anterior piso estábamos más que a gusto.Nos cambiamos por el doble de espacio,y me costó un año casi,dejar de soñar con la otra casa.
Ese cambio me ha servido para saber
superar el "amor" por ciertos onjetos que también dejé y para saber que esta tampoco es mi casa definitiva y que no me costará tanto la próxima vez.
änimo.
:)

(y cuentanoooos qué tal es la nueva casa y cotilleaaaa!!!!,je,je)
Muá.

SuperWoman dijo...

Prueba superada muchachita... cuando escucho sobre las mudanzas, se me pone sensacion de nostalgia, creo que me he creado mono...
Un supersaludo

Chelo dijo...

poco a poco lo harás tu hogar, cada vez que me he mudado me ha pasado eso al principio, una mezcla de ilusión añoranza, pero se supera, ya verás, animo!

Ciudadana C dijo...

Veo que estoy rodeada de "nómadas" jeje, me gustan vuestros comentarios y vuestra experiencia. Aún estoy reubicándome pero el tiempo hace que vaya sintiéndome mucho mejor.
Un saludo.