miércoles, 15 de septiembre de 2010

La importancia de mirar a los ojos o cómo ser empático.

Y no, no es un tratado de psicología y mira que me gustaría hablar de cualquier cosa menos de ésta. Sobre todo porque entre los blogs que sigo hay una mamá pediatra que me encanta y no es mi intención que se sienta aludida.
Ayer conocí a mi nuevo médico de familia... sé que es pronto para opinar, pero no precipitado. Estábamos todos intrigados por cómo sería nuestro nuevo médico de nuestra nueva localidad... después de unos minutos esperando, entramos a su consulta y comprobamos que era un hombre de edad avanzada, hasta ahí, nada que objetar. Sin mirarnos nos indicó que nos sentásemos, cosa que hicimos con pasmosa sumisión, mientras terminaba de escribir en su ordenador a la velocidad de un golpe de dedo por letra... transcurrido un rato y sin levantar la mirada nos pregunta el motivo de la consulta, tan pronto comenzamos a relatar, empezó a escribir hasta que se hizo un silencio en el que ninguno de las dos partes se pronunciaba... pasado otro silencio incómodo por fin se arrancó a hablar hacia la pantalla de su querido ordenador (tecnología divino tesoro). La verdad es que no sabíamos muy bien si se estaba dirigiendo a nosotros o a algún electroduende, pero el caso es que no me estaba enterando de nada... supongo que su poca pronunciación, su fuerte acento y su escaso dominio hablado del idioma no ayudaban tampoco. Quisimos dilucidar que nos preguntaba por la medicación que nos habían recetado en urgencias, le dimos la hoja del hospital y en ella encontró el hombre su oasis porque a partir de ese momento se tiró 10 minutos copiando literalmente cada palabra, punto y coma del informe médico de urgencias y otros 10 minutos haciendo recetas sin ton ni son... Una vez amontonada la ingente cantidad de papelotes, nos los dió y nos señaló la puerta señalando con sus ojos la dirección por encima de sus gafas y acompañando con un ligero movimiento de su cabeza de teñidos cabellos negros azulados un gesto donde se sobreentendía que "la consulta había finalizado".
Mi mosqueo, como comprenderéis es, en este momento, muy importante. No comprendo aún por qué hay gente que se dedica a atender a otra gente si no le gusta o no se siente capacitado.
Volvemos a lo mismo de siempre pues, porque poco profesionales haberlos haylos en todos los sitios... pero debo ser dura de sesera porque aún no comprendo cómo es posible que una profesión que requiere de tanta humanidad tenga entre sus filas a gente tan poco humanizada :(

10 comentarios:

SuperWoman dijo...

Por desgracia, queda mucha peña así... y no sólo en la medicina, pero claro, en la medicina es que la empatía tendría que ser un "must"
Un supersaludo

Diario de una mamá pediatra dijo...

Pues no, no me he sentido para nada aludida, porque yo no soy así con mis pacientes. Estoy de acuerdo contigo y entiendo tu enfado.
No obstante como dice superwoman esta actitud te la encuentras en todas las profesiones, desde el conductor del autobús que te deja con el "buenos días" en la boca hasta el kioskero que te vende el periódico como si te perdonara la vida.
No obstante, dale otra oportunidad....Igual el hombre no tenía el día (espero que nadie entienda esto como corporativismo, porque nada más alejado de mi intención).
Un saludo

madrereciente dijo...

Puff. ¿Médico de familia o pediatra?

Por cierto. ¿Cuándo retomamos esa barbacoa?

Papalobo dijo...

¿Y no pediste una Voll-Dam? Supongo que todavía no se habrá hecho al Pc.
Lo del idioma. ¿Os han traido uno ruso?

Castaña Pilonga dijo...

No me extraña que te enfadaras... Hay gente así en todas las profesiones, pero yo he descubierto un truco que funciona con algunos de ellos (no todos) y es aprovechar el mínimo atisbo de contacto visual para sonreirle. La sonrisa es contagiosa y, a veces, la persona cambia el chip :)

Niña hechicera dijo...

Jopé.Mira que mi pediatra es incompetente-a veces-el probe,pero eso si,se gasta un buen rollo con la guaja que ni te cuento.
Receta antibióticos hasta por respirar,el tío,y por esa razón he pensado en cambiarlo muchas veces,pero es buena persona.
En los casos en que sospecho que se está pasando de medicarla tengo otro pediatra particular con el que salgo de dudas,llamadame mal pensada....;)

LUCIA-M dijo...

Estoy de acuerdo contigo por desgracias encontre muchos asi en las Urgencias de la paz.
Yo siempre reclamo la presencia de alguien que yo pueda entender y un pelin más humano, y la verdad que siempre lo areglan pasandome con otro medico que yo entienda y tenga más interer.
Besos y espero que el peque este ya bien.

RAMON MUNTAN dijo...

Hola de nuevo.

La verdad es que yo como el médico tampoco tengo demasiado más que decir.

;)

Isa dijo...

Por desgracia, estoy tratando con médicos muy a menudo últimamente y mi experiencia es nefasta.

Salvo contadas excepciones, un par, parecen creerse semi-dioses. Su función es curar (o intentarlo) y no dar explicaciones, y bajo esa máxima actúan. Fríos, deshumanizados y soberbios. Lamentable.

la reina del mambo dijo...

Trato con médicos muy a menudo (por desgracia) especialistas, de rehabilitación etc. No he visto ninguno que te hable a los ojos.
Perdón la psiquiatra es muy amable, te habla, pregunta y no receta por supuesto.
Saludos