Esa misma mañana me había levantado con algo de fiebre y no había tenido, digámoslo así, un sueño reparador.
Después, en el trabajo, los minutos se dilataron hasta parecer horas y las idas y venidas de frío y calor me acorralaron tanto que hicieron que el día fuese un particular vía crucis.
De regreso a casa, ya me "visualizaba", lanzándome a la cama con una gran sonrisa de satisfacción mientras miles de coloridas y olorosas flores flotaban en el aire tal que anuncio de "suavizante"... aahhhhhhh! qué bien me iba a sentar la siesta.... siesta... siesta.... aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh.
Pero antes de intentar dormir, quise organizar al peque para que no se quedase en mi rato de sueño descolgado por la casa: encendimos el portátil y le inserté un CD de "Mates" de 1º de primaria, empezó con una divertida actividad de resolución de problemas donde unos niños de su edad querían ir al parque de atracciones y tenían que ir pasando una serie de pruebas tipo sumas, restas, secuenciación de series... para que se pusiesen en marcha las atracciones ... todo realmente interesante, tanto que requería de cierta supervisión de un adulto para ir pasando de nivel... uf! y tanto, tanto, tanto me metí en las actividades, que se me pasó el ratito previsto de sueño...
Y la mami y él se fueron a dar un gran paseo en bicicleta ... ¡que para eso vivimos a pie de campo!!! "¡Lo que se hace por un hijo!" - fue ahí donde mi boca me soltó tal reproche. ¿Lo que se hace por un hijo¿??? ¡menuda frase para la posteridad! Me molestó bastante ese pensamiento impertinente sobre el hecho de ocuparme de mi hijo estando un pelín "regulera" y fui practicamente todo el paseo dándole vueltas al asunto...
Pero ... ¿Cómo que "¿Lo que se hace por un hijo?"?
Cada noche, cuando le veo dormir plácidamente recupero la cordura de entre la gran maraña de ideas, pensamientos, sentimientos y simplemente sé que COMPENSA, que siempre compensa y que por un hijo se hace todo y mucho más.
Soy muy afortunada y lo único que tengo para ofrecerle es mi intento de ser cada día mejor.
2 comentarios:
A los hijos tenemos que agradecerles que nos hacen ser mejores personas, por ellos, hasta el infinito y más allá :-)
jejeje!! cómo se nota que nos "curramos" las pelis eh???
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