martes, 21 de julio de 2009

ES MI RESPONSABILIDAD

Reconozco que soy una persona que aprende sobre la marcha y que aún aprende mucho más tanto de mis errores como de los ajenos.
Desde que nació Daniel he dado grandes pasos y también me he equivocado muchas veces. En ocasiones echo la vista atrás y sé que de tener un hijo ahora, cambiaría algunas cosas. La primera, intentaría alargar el periodo de lactancia, por razones laborales me tiraba fuera de casa 12 horas y aunque intenté mantener la leche, poco a poco se fue hasta que desistí, este periodo de retirada coincidió con la incorporación de nuevos alimentos a la dieta de mi hijo y quizá fue la excusa para tirar la toalla y dar la lactancia por finiquitada. La segunda cosa que cambiaría sería mis momentos de sueño junto a él. En seguida le pasamos a su cuna y también pronto durmió en su habitación. Nuestra casa es pequeña y la distancia entre habitaciones es irrisoria, así que casi estamos piel con piel, pero no es lo mismo. El nene nunca fue llorón ni se despertó durante la noche, pero aún así, ahora intentaría otra forma de dormir. Lo que sí hice fue tenerlo conmigo durante mucho tiempo, en brazos, en la mochila, en la pashmina... él vió el mundo subido a mi la mayor parte del tiempo y eso me encanta recordarlo.
Por otro lado y como ya os he mencionado, estuve largas horas fuera de casa. Con apenas tres meses de vida, hice caso omiso a mi baja por maternidad y me incorporé al trabajo. Por aquella época pensé que dejarle con su padre a esa edad estaba más que justificado: desde mi trabajo recibía presiones para volver antes de cumplir la baja. Recuerdo los siguientes meses a mi incorporación laboral como un suplicio, me dolía en el alma dejar a mi peque, verle crecer desde cierta distancia me hacía daño. Tengo que decir que duré en el trabajo cuatro meses más, después busqué algo con mejor horario y más cerca de casa. De esta experiencia aprendí que nada vale más que el tiempo con tu hijo.
Durante mucho tiempo pude disfrutar de él, de las rutinas diarias de llevarle a la casa de niños en la que pasaba 3 horas, hacerle la comida, verle dormir la siesta, dar paseos tranquilamente, los juegos compartidos. Le vi crecer y progresar día a día justo en ese periodo de vida donde todo son cambios.
Según hemos avanzado en nuestra convivencia juntos he ido percatándome de lo que es realmente importante para nosotros. A veces y según las circunstancias he vuelto a retomar pequeños errores. Me he dejado llevar por las prisas dejando en segundo lugar a Daniel, a veces le he dejado de escuchar porque llegaba tarde al trabajo, a veces no he disfrutado del baño con él porque tenía que hacer la cena, a veces le he dado un grito porque ese día no me ha ido bien... sé que estas cosas pasan, que así es la vida y que no siempre se tiene el autocontrol más absoluto para no cometer errores, pero no quiero que este modo de vida nos dé los motivos que necesitamos para excusarnos cuando no somos los mejores padres.
Hace tres días la noticia sobre la muerte de un niño porque a su madre se le olvidó llevarle a la guardería después de haber tenido un pequeño accidente con otro conductor, volvió a hacerme retomar estas reflexiones. Resumiendo la situación, se dieron las condiciones suficientes para que una madre se olvidase a su hijo dentro del coche en pleno verano durante horas... no entro en detalles sobre cómo se debe sentir ella ahora. Lo que sí sé es que este modo de vida, donde todo va a contrarreloj, donde el tiempo parece engullirte y el estrés te aprisiona, no nos ayuda a criar a nuestros hijos con la calidad de vida que se merecen. Estos hijos que serán el pilar de otra sociedad futura y que si no lo hacemos bien pueden suceder cosas como que un grupo de niños de 13 años violen a otra menor u ocurran otras atrocidades. Yo me siento responsable de la educación que le doy a mi hijo e intento hacerlo bien por él, pero también por lo que él pueda aportar en el mundo que le toque vivir. Y en mi ingenuidad pienso, que si lo que pueda aportar sirve para mejorar algo en su entorno, mejor que mejor.

7 comentarios:

Lola dijo...

Muy buena reflexión Gemma. La profesión de madre es difícil, nadie te enseña ni te dice lo que tienes que hacer, se aprende sobre la marcha y a veces de los errores.
La responsabilidad de lo que sean en el mundo es nuestra, lo mejor que lo hagamos con ellos, las mejores personas que serán.
Por cierto, felicidades a tu hijo Daniel que hoy es su santo (se llama como mi hijo)

SuperWoman dijo...

Chapeau, Gemma. No creo que los errores sean malos, lo malo es errar deliberadamente, sabiendo que lo haces mal o yendo contra esa conciencia que te dice que no lo hagas.
Un supersaludo

Niña hechicera dijo...

Estamos aprendiendo, gemma,a la vez que ellos a ser madres.Yo trabajé el día antes de parir y al mes estaba de nuevo explicando el to be...a los dos meses con pezoneras cantando verbenas,me la llevaba mi chico para darle de mamar.....buffff,no me lo recuerdes..... A raiz de toda esa frustración estuve bastante depre y a día de hoy trato de compensar mi poco tiempo con ella con calidad, quiero hacerla independiente,fuerte,competente,que no me necesite demasiado,para cuando no estoy y sé que quizás no sea lo mejor.
Como has dicho esta sociedad nos engulle de tal manera que pasan desgracias como la de esa mujer. ..y por favor,no me juzguéis, creo que yo sería incapaz de olvidarme de que he dejado a mi bebé en el coche sóla....aunque algo dentro de mi es capaz de entender que pueda pasar.

aapayés dijo...

Un gusto leerte y salir con tus reflexiones maravillosas..

Te dejo mis saludos fraternos con cariño
Un abrazo

Besos

LUCIA-M dijo...

Me gusto escrito tu reflexión, la verdad que la profesión de madre
Es la más difícil como la de padre y a eso le añadimos las prisas
La falta de tiempo nos encontramos con todo esto que esta pasando
Niños olvidados y otros que ya no se puede controlar a los 13 años.
Y ya son delincuentes y lo que es peor violadores
En fin, esperemos que esto de un freno y vivamos la vida con menos estrés
Y más juegos con nuestros hijos que es la mayor responsabilidad que tenemos nada más que nacen y que la buscamos nosotros.
Besoss.

Niña hechicera dijo...

Gemma!!!! no puedo entrar en Kirikou!!!!

Ciudadana C dijo...

Hola guapa, lo borré pq dudé de la legalidad de poner la película al completo...
Sorry. Prometo hacer una entrada sobre él.
Besinos.