jueves, 12 de febrero de 2009

TANTA PSICOLOGÍA "PÁ QUÉ"

A veces las situaciones me pueden. Mira que intento no darle importancia a las cosas e intentar ver la vida con perspectiva, pero lo que me pasó ayer, me superó.
Después de un ajetreado e intenso día de trabajo, después de intentar sobreponerme a la idea de que esta semana haré doblete y curraré en el salón de los idiomas sábado y domingo con una friolera de 16 horas de currele frente al público, me acerqué a ver a mi supersobrino, que es de la edad de mi hijo y estaba de visita en casa de los abuelos.
Llegué justo a tiempo para encontrármelo en la calle dispuesto a subir a casa de mis padres, así que, en mi constante afán de ayuda (mira que no aprendo a ser asertiva), me ofrecí voluntaria a subirle mientras mi hermano buscaba un sitio donde aparcar. Ésta era la estampa:
Iba provista de una gigantesca bolsa de verduras que pesaría en torno a las 800 toneladas, además de mi megabolso en el que llevo la correspondiente botella de medio litro de agua, las toallitas, libro, monedero, llaves del trabajo, móvil personal y trabajo... Mi hermano, para facilitarme la cosa, me cargó con la bolsa de mi sobrina de 6 meses (imagináos la bolsa) que pesaba otras 800 toneladas y la chaqueta y abrigo del nene.
Tambaléandome llegué como puede al portal de mis padres de la mano de mi sobrino que aprovechaba mi indefensión para darme latigazos con su espada de poliespán (que dice mi hermano que no duele ¡y un cuerno!). Tomé aire para subir los 3 pisos (sin ascensor) de esa guisa y ¡ay tú! que a mi sobrino le da la vena amorosa paternal y me dice que se quiere ir con papi a aparcar el coche... y estando yo en el segundo piso el retoño de mi hermano, hace pies en polvorosa y empieza a bajar los escalones, llorando y llamando al susodicho (me "cagüen" tó lo que se menea), y yo detrás que ya iba desmoñá, a voz en grito suplicándole que parase. El niño en plena crisis llega al portal y abre la puerta y sale (jóete) y consigo alcanzarle antes de ponerse a cruzar la carretera como un poseso sin rumbo fijo y moco colgando llamando al padre...
Vaaaaale, a esas alturas de la película, yo estaba a punto de caramelo, como una olla a presión sin seguro...JAARAJAJAJAJGGGGGG.
Cogí a mi sobrino del brazo, le metí como pude a rastras en el portal e intentando razonar con él, le cogí en volandas con sus 25 kg en canal y me lo subí tres pisos mientras me pegaba con la espadita de mis amores...
Nadie me ayudó (of course) y cuando mi madre se dignó salir para ver qué ocurría ya estaba yo bañada en sudor y deslomá como si me hubiese corrido la maratón a Nueva York y hubiese vuelto...
Me enfadé y mucho y antes de que nadie pudiese decir esta boca es mía, me largué con viento fresco de allí con la ligerísima sensación de que aquéllo, se me había ido de las manos.

5 comentarios:

Melisa dijo...

¿25 kilos pesa el angelito con tres años? ¡Madre de deu!

¿Por qué será que estas situaciones que te sacan de los nervios resultan tan humorísticas una vez escritas? :)

Con según quien, ni asertiva ni leches, tienes que sentirte como una reina (Cleopatra por ejemplo) y esperar de los demás que te traten así. Y funciona...

Galina dijo...

Lo mismo digo, 25 Kilos!!

Ciudadana C dijo...

Está hecho un toro el tío y si no de qué me va a dejar las marcas del poliespán en las piernas?

Cris dijo...

Pues te digo lo que dice Melisa, que luego lo lees y te partes de risa pero en el momento pues bueno, que una entiende por qué los americanos van con pistola y de repente se ponen a disparar a lo loco! ja ja ja! Oye y es que luego no pensamos hombre porque en la situación no damós a más. Mira hubieras dejado toda la carga (como una burra ibas pobrecita mía) en el primero o en el segundo cuando ya viste que el crío le dió por tener el tantrum, le agarras en plan futbolista americanos con un placaje como dios manda, le subes y que te abran la puerta, le sueltas dentro de la jaula y cierras para que no se escape, bajas cojes la carga (repito que madre mía, ibas reventaita) la subes y tan pancha. Pero en la situación una se bloquea (a mi me pasa mucho) y no se da pie con bola y la situacion se va de las manos... Un besín nena! (pues menos mal que no llevabas al tuyo porque eso suele ser contagioso y ya me los veo a los dos corriendo como locos por la calle y tu detrás...)

Niña hechicera dijo...

Buen mutis por el foro,si señor,digno de cualquier boca tonta que se precie...ja,ja,ja!!!!
Bienvenida al club de las empáticas!!!!