viernes, 19 de junio de 2009

Educar en el odio.

Siempre me pregunto ante una noticia como la de hoy -y no me refiero al fallecimiento de Vicente Ferrer- durante cuánto tiempo más existirá en este país esa gente que utiliza el crimen de sus iguales para imponer sus ideología a los demás.
Entiendo poco -por no decir nada- de política, pero igualmente intento acercarme, desde el punto de vista más humano, al comportamiento tanto de unos como de otros.
Si después de tantos años de terrorismo, después de tantas masacres como la de Vallecas, después de tantos tiros en la nuca o en la sien, después de tantas bombas lapas, después de tantos coches bomba, no se consigue nada ¿por qué se mantiene la misma estrategia? ¿por qué tanta muerte? ¿para qué sembrar miedo sin llegar a nada? Creo que la respuesta es el odio por el odio y creo que los nuevos miembros del terror han sido educados en el asco a una sociedad que les quitó sus raíces, se han tragado el hueso de la aceituna sin racionalizarlo y sienten que odian una nación que no sienten suya y que les obliga a perder sus raíces, que les mantiene unidos a pesar de no querer pertenecer a ella y matan por odio. Imagino que sienten lo que quizá yo pueda sentir hacia un violador o un asesino... quizá si yo tuviese el poder de decidir sobre la vida de alguien dañino para proteger a los míos, haría lo mismo, pero claro, la comparación es absurda porque hablamos de gente de la calle, de empresarios que se niegan a pagar sus "impuestos", de policías, de guardias civiles, de alcaldes, de concejales... gente al fin y al cabo que está metida en un mismo saco simplemente por pensar diferente a ellos o simplemente por respirar el mismo aire vasco que ellos. Y creo que los terroristas perdieron hace tiempo el rumbo, perdieron sus reivindicaciones originales, su espíritu, su esencia, su porqué se formaron como grupo y ya no tienen una estrategia política, tan solo el poder del quien no tiene pena por matar, como el psicópata que cosifica a sus víctimas y su frialdad es el mayor de los impulsos.
Por otro lado pienso... ¿no hay forma de pararlo? ¿de verdad no la hay? quien haya estado en el País Vasco sabe que TODOS se conocen, que TODOS saben quien es cada uno y a lo que se dedica, y resulta que los gobiernos tanto actuales como pasados NO LO SABEN. JA!, por mi parte -y basándome en mi desconocimiento político total- sigo creyendo una y otra y otra vez, que ETA interesa, interesa como arma arrojadiza entre partidos e interesa como argumento en las elecciones. Interesa para decir que esta vez se acabará el terror, interesa para decir que esta vez habrá pacto o que esta otra no habrá pacto, interesa para seguir obteniendo los votos de la gente que como yo, pueda pensar que algún día esto tendrá que acabar.
España, en pleno siglo XXI sigue albergando un grupo terrorista propio y todo seguirá su curso, como siempre y para no variar.

6 comentarios:

aapayés dijo...

Interesante reflexión nos entregas. me quedo con ella.. desde este rincón de Canadá, para conocer un poco mas las realidad del otro lado del charco..

Saludos fraternos con mucho cariño
un abrazo muy grande

besos

que tengas un buen fin de semana

SuperWoman dijo...

No me salen las palabras, me salen las palabrotas...
Feliz fin de semana, disfrutemos la vida por los que no la podran disfrutar y por los que no la saben apreciar...
Un supersaludo

aapayés dijo...
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LUCIA-M dijo...

Uff mejor me cayó… porque me saldría un montón de cosas… que hoy no estoy con ánimos de decir…
Buenísima entrada. y muy buena reflexión
Un beso.

Cris dijo...

Yo creo que es una mezcla de todo: educación en el odio, educación en la no-educación, educación en el no respeto por otros, educación en el "así son las cosas porque yo lo digo" y más y más tipos de educación a los que se les une los humanos con quizás violencia innata que encuentran su excusa perfecta para dejar rienda suelta a su problema y a los que carecen de todo tipo de seguridad y valor de si mismos y encuentran un grupo cercano que les apoya y les alimenta el ego... Y en ese batiburrillo es donde de repente gente inocente pierde a sus padres, a sus madres, a sus hijos, familiares, amigos, etc...

Y hay algún interés en que esto continúe? Atufa bastante a que sí y vete tú a saber qué motivos.

RAMON MUNTAN dijo...

Sí, es "asín" de triste, tal y como lo cuentas.

Buena reflexión.


Un abrazo.