El viento
no sería el mismo sin el alborotar de las hojas del otoño,
ni el mar
sería el mismo sin el reflejo del azul cielo.
Por insignificante que te parezca,
el camino
no sería igual sin sus piedras,
ni el tronco del árbol
sin los nudos recordándole su historia.
Por absurdo que lo consideres
mi vida
no sería la misma sin ti.
Y sin embargo
ahora
solo nos une este vaso
que rozó tus labios hace tiempo
y que rozará los míos
tan pronto le de un sorbo
al agua fría que se contiene en él.
2 comentarios:
:-) me gusta
Gracias Isa :-*
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