Las cavilaciones de una ciudadana común... que a veces camina con firmeza y otras veces dudando.
jueves, 27 de noviembre de 2008
APAGA Y VÁMONOS
Noche del 26 de noviembre, las 21.30 (para seguir siendo exactos). El peque en la cama, riendo a carcajadas después de mi interpretación particular de Los Lunnis "Estamos muy cansados hoy no hemos parado, de tanto jugar con los amigos, con papá y con mamaaaaaaaaaá- estamos agotados..." a golpe de cadera, sucede algo que me retrotrae a mi infancia... APAGÓN GENERAL EN EL BARRIO.
Mi hijo me dice que no ve, mi ciudadano marido viene a la habitación para decirme que se ha apagado la luz, a lo que le respondo que ya me he dado cuenta, yo me doy un golpe contra el marco de la puerta, buscando una linterna. Fuera, en el portal, se oyen las voces de los vecinos... por momentos, se respira crispación en el bloque y en la calle. Parece que además de la luz, se han apagado también nuestros cerebros.
Pero en casa nos recomponemos rápido, al peque, le damos la "superlinterna de los superhéroes más valientes del mundo que no se asustan cuando se apaga la luz" y se queda frito con ella encendida.
Aprovechamos la situación de máxima oscuridad nocturna, para sacar velas y plantarlas por la casa... al terminar, nos damos cuenta de que se ha creado una atmósfera perfecta.
Empezamos a notar el frío que se cuela entre el ladrillo por la ausencia de calefacción... "¿nos vamos a la cama?":
Muy cogiditos de la mano, nos metemos bajo el cálido edredón y a la luz de la candela, nos ponemos a hablar de nosotros, de nuestro hijo, de nuestros proyectos, y pasa una hora y seguimos hablando, encontrándonos relajadamente. De pronto, vuelve la luz, toda la casa empieza a latir con fuerza, el frigorífico, el lavavajillas, el portátil... empiezan a despertar perezosamente del letargo.
Hago por levantarme de la cama impulsada por mi interruptor interior, pero una mano me frena:
"No, cariño. Hagamos como que no ha vuelto la luz y dejemos que esta noche acabe como empezó todo antes de volvernos eléctricos. Dejemos que las velas se apaguen solas..."
¿Cómo os afectan a vosotr@s los apagones?
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7 comentarios:
Tendríamos que hacer eso más a menudo. Apagarlo todo y disfrutar de una buena conversación, de sentir a la otra persona sin interferencias, sin ruidos de televisores, radios, aparatos eléctricos ni luces innecesarias.
Bien dicho,Dune...de vez en cuando se necesita desconectar,y no sólo de los aparatos eléctricos...del paisaje cotidiano,del teléfono,de los mismos sabores,del idioma...ahhhhh qué ganas de hacer un viaje!!!!
p.s oye Gemma,qué morbo....¡no? ahí en plan tienda de campaña, a oscuritas...los dos....je,je;))
¡Qué razón tenéis las dos!
Estoy deseando un apagón general como agua de mayo...
Por cierto Rose, SÍ a tu pregunta :D y he de añadir algo más: que el peque estaba dormido... ¡eso si qué es un triunfazo! de los de fuegos artificiales y todo.
Mi casa también se quedó sin luz, y la de mis padres. Fue una avería en la calle Cienpozuelos que afectó a muchas calles del centro.
Yo llené la casa de velitas, quedó un ambiente muy siglo XVIII :)
Hola Mel.
Yo al mirar por la ventana veía algunas casas con luz... Pensé que a ti no te habría afectado. De hecho llamé a mis padres y ellos no tenían apagón -bueno, ellos se lo perdieron ;)
Ahora entiendo más el Baby-boom del 1973, por lo visto, hubo un gran apagón por Madrid. Jejejeje
Pues los ignoramos completamente porque aquí hay varios todos los días :-)
Sabes que he leido en algún sitio que ya ni me acuerdo, que la electricidad ha afectado al desarrollo de nuestros hijos? Cuado no había luz todos se iban al poco de irse el sol hasta el amanecer. Se ha demostrado de sobra que el irse a la cama pronto y levantarse pronto es muy beneficioso (aunque yo tengo que admitir que soy más bien búho) Con la electricidad ya desde ninyos nos hemos quedado despiertos más horas enviando un mensaje al cerebro de que todavía hay luz y que no hay que dormir. Parece ser que provoca algunos desajustes que están afectando más de lo que pensamos, pero aún se están haciendo los estudios. Asique de vez en cuando es lo que deberíamos hacer. Apagar todo y dar la bienvenida a la oscuridad :-)
Seguramente Cris, vivimos en un ambiente artificial e imagino que esto nos pasa factura.
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