he enlazado 6 horas seguidas sin pestañear delante del portátil.
Me apetece respirar profundamente
e inclinarme hacia adelante
para que se pase este terrible dolor de espalda.
Intento estirar algo los músculos, rígidos...
mis hombros,
la nuca,
los brazos,
las piernas reposando intranquilamente sobre esta horrible silla de despacho.
Inhalo algo de oxígeno y mezcla de ambientador
con olor a canela y "Nenuco".
Exhalo todo el aire que me ha entrado a los pulmones,
hondo, profundamente.
Siento una inmensa fatiga.
De pronto, un sobresalto, un diminuto respingo:
un martilleo contra la mesa me avisa
que el móvil silenciado y con vibración
está sonando.
Miro la pantalla: "número privado"
Mmmmm, me lo pienso:
"No, no voy a descolgar, tengo mucho trabajo".
El teléfono repiquetea contra la madera. Insiste:
"¿Si?" - pregunto de mala gana.
Al otro lado se palpa un murmullo lejano,
voces, risas... sonidos amortiguados:
-"¿Diga?, ¿si?, ¿quién es?, ¿oiga?"- nada, no obtengo respuesta.
Sigo planteándome que voy a colgar.
Oigo una voz grave, como saliendo del bolsillo de una chaqueta.
- "Esta tarde he quedado con mi ex-mujer"- dice - "Hoy hubiésemos hecho 5 años juntos, bueno, si no me hubiese pillado con su amiga medio borracho -y enteramente desnudo- en nuestra cama".
-"¿Diga?, ¿si?, ¿quién es?, ¿oiga?"- vuelvo a preguntar.Esa voz, continúa hablando.
- "A ver qué tal, desde que me ha dejado, se está poniendo ... uf! joder! solo de pensar en ella..."
Se me han quitado las ganas de colgar. Mi imaginación vuela: un hombre ¿joven?, moreno, ¿engominado?, con barba de unos cuantos días, oliendo muy bien, algo inmaduro y todavía ¿enamorado? ¿de su ex-mujer? ¿de la amiga de su ex?
Estoy meditando que yo también le hubiese dejado si me hubiesen puesto los cuernos tan descaradamente, cuando vuelve a escucharse un rumor, como de oficina... gente yendo y viniendo, teclear de ordenadores, teléfonos sonando, pasos, y su voz... una voz tirando a grave, ¿algo triste? a ratos alterada, sobre todo cuando habla de ella:
- " ...Dice que ahora sí es una mujer feliz... ¡Y tanto! se ha puesto el mundo por montera y se debe haber apuntado otra vez al gimnasio. Bueno, hoy salgo antes, creo que le voy a regalar algo, ¿o no? se me va a notar mucho. A lo mejor ni se acuerda del aniversario."
Pasan 10 minutos de sonidos amorfos, distantes... papeleos con sordina... alguien tarareando strangers in the night ¿será él?, por un instante me uno a la melodía, la deja y vuelve a hablar:
- "...Oye, tú ¿hoy teníamos que entregar el proyecto?...¡¿sí?!pues yo me tengo que ir. He dicho que salía antes. ¿Cómo que imposible? Joder, todavía me queda para acabar el trabajo. No, a mi no me da tiempo para avisar a Natalia de que no llegaré..., bueno, la llamo al móvil a ver si en vez de merienda, lo hacemos cena... quizá hoy me perdone..."
Vuelvo a oir un ruido, como un rebuscar y no encontrar:
- "¿Dónde habré dejado el móvil?- oigo que preguntan. Oigo su voz más cercana...
- "Aquí está".
Mi corazón late a toda prisa. Él, tiene el teléfono en sus manos. Oigo su respiración, cada vez más fuerte, va a hablar, va a darse cuenta de que hay alguien al otro lado, va a ....
Y dejo de oirle, de escuchar.
Ha colgado. Quizá para siempre. Quizá para no volver. Quizá....
4 comentarios:
Tus relatos me recuerdan a un buen libro de short stories...cortos pero intensos y sieeeempre redondos.
Me encantan.
p.s ¡quiero máaaaas!
p.s 2. Lo cierto es que he vuelto a escribir(tenías razón;))
¡Qué bien Rose!
No es por hacerte la pelota, pero de verdad que me daba una vuelta por tu blog y empezaba a echar de menos tus historias.
¡¡¡qué bueno!!! Cuando trabajaba en una centralita tenía llamadas de esas "sin querer", pero nunca tan interesantes, qué pena :)
Un abrazo
Gracias Gema ,tú también eres todo un hallazgo para mi,me encanta leerte...lo cierto es que tenía un día gris y creatividad cero,pero bueno,trataré de no ser tan exigente conmigo misma...;))
Un abrazote.
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