miércoles, 5 de noviembre de 2008

ADIÓS ABUELOS ADIÓS

La crisis finalmente hizo mella en la empresa paterna y dentro de poco echará el cierre. Punto final a toda una vida de sacrificios y noches en vela. A cambio: 4 míseros € en el bolsillo.
Parece un caso más, uno entre muchos. Claro, que para mi, es todo un mundo.
Mis padres están pensando en vender su casa y marchar a su lugar de origen, fuera de Madrid para pasar allí el resto de sus días.
Me da pena, mucha, porque las circunstancias les obligan a irse y no han podido decidir libremente.
Y también, su decisión afectará además de a sus vidas, a todo su entorno:

Ellos, que se han ocupado tantas veces del peque cuando estaba con fiebre y no podía ir al cole.
Ellos, que de tanto en tanto me pedían que les dejase una tarde a su nieto y que nosotros aprovecháramos para ir al cine.
Ellos, se van a 200 km de distancia.
De nuevo me invaden sentimientos ambiguos. Por un lado, la sensación de pequeña concesión a mi libertad y por otro, de cierta pérdida de sobreprotección, como si la desvinculación definitiva me produjese vértigo.
Comprendo que será ahora, justo ahora cuando sienta que definitivamente se ha roto el cordón umbilical (y es que, la sombra de mis padres es muy alargada).
Viví dos años entre Escocia e Inglaterra y puedo decir que allí, las cosas se suelen hacer de otra manera. Los hijos se independizan sobre los 18 años, suelen aprovechar esta mayoría de edad para estudiar fuera de su ciudad y a partir de ahí, buscarse la vida e ir de visita a casa de sus padres bien en Navidad o en verano. Esta situación se da evidentemente porque hay más de una opción para dar el salto y salir de la casa paterna: alquiler de casas compartidas con rentas muy bajas, residencias, apartamentos o pisos de estudiantes, todo ello apoyado por una política económica que ofrece ayuda y trabajo o incluso préstamos a 0% de interés a sus jóvenes. Por otro lado, los padres tienen la posibilidad de complementar su vida personal sin exclusividad a sus hijos. A los 18, pues, los jóvenes empiezan a saber lo que es la vida y cómo tienen que empezar a manejarla sin la ayuda de los papis (salvo excepciones) y los papis, aprenden a lidiar desde pronto con el síndrome del nido vacío.
En España las cosas son de otra manera, sobre todo cuando hablamos de parejas con hijos, de hecho, madrereciente habló hace poco de este tema. Incluso siendo adultos, dependemos mucho de nuestros progenitores: para comprar una casa, para cuidar a nuestros hijos, para llegar a fin de mes... Por experiencia, los padres son un apoyo grande, aunque crea que es un error cargarles a ellos con todo el peso, pero entiendo, que muchísimas veces, sin ellos, muchas cosas no serían posible ¿o sí?
Ha llegado la hora de ponernos a prueba, ¿era comodidad o era necesidad?
Veremos cómo nos las apañamos sin los ABUELOS.
Óleo: Abuelo y nieto
Caroline Tricot



Boomp3.com

5 comentarios:

LUCIA-M dijo...

Vaya como lo siento cielo, espero que vaya todo bien seguro que si
Y te entiendo muy bien esa sensación de la marcha de tus padres
No están lejos pero claro ya no es como antes,
Los niños lo echaran mucho de menos es tan importante los abuelos,
Para ellos
Pero ya veras como todo va bien te lo deseo de corazón
Un beso grande
Y suerte mi niña.
ah!! PRECIOSA PINTURA!!

Ciudadana C dijo...

Muchas gracias lucia.
¿Qué tal tus primeros días de trabajo?

Melisa dijo...

Me has dejado helada. ¿Cómo están tus padres? Sé que echarán en falta al peque, pero si ganan en calidad de vida.

Luego te llamo...

Cris dijo...

La figura de los abuelos me parece una de las más entranyables que existen. Los típicos abuelos espanyoles con el crio de la mano, contando a todos los vecinos lo listo que es y las gracietas del día. Los que nunca les da pereza nada y te cocinan y te compran todo lo que te guste, los que te dan un amor a granel, los que están ahi a cualquier hora del día y los que a veces con pocas palabras dicen verdades como templos. Me imagino que será muy triste para vosotros y espero que algo positivo salga de ahí. Que ellos reconecten con sus raices y que vosotros podais aprovechar para salir de Madrir y visitarlos. Espero de corazón que todo salga bien.

Niña hechicera dijo...

En mi caso,vivo a diez minutos de los abuelos y aunque trato de ser independiente simepre que necesito una mano sé que puedo contar conellos...entiendo el vértigo que sientes, me imagino que la expereincia te hará crecer de un porrazo y te hará más fuerte-Nunca pienses lo contrario,no le des opción al miedo o podrá contigo.
Suerte.