viernes, 17 de octubre de 2008

SINCERAMENTE

No me apetece que me pidas si puedo hacer unas horas extras.
No me gusta que no me mires cuando voy a tu consulta a preguntarte por qué tengo tanta fiebre.
Me molesta tu grosería cuando me vendes el pan, tirándolo casi desde la otra punta de la tienda.
Me enfada que me empujes cada vez que quieres pasar a recoger a tu hijo al colegio.
Me irrita que fumes dentro del banco mientras trabajas.
Pero no lo digo. Me callo, te miro y a pesar de todo sonrío.
Te miro a los ojos, o de soslayo, siempre con carita de comprensión porque quiero gustarte, caerte bien, parecer perfecta.
Sinceramente, si te dijese lo que pienso ¿qué pasaría? ¿lo aceptarías? ¿o me contestarías con esas malas maneras que te caracterizan?
Pero prefieres mi hipocresía, prefieres saber que a ti si te aceptan como eres.
Vas por la vida pisando fuerte, mostrándote fuerte.
Vas diciendo siempre lo que piensas y por eso todos callan cuando tú te manifiestas con tus miles de errores.


6 comentarios:

sepuedesermasjeta dijo...

uy qué razón tienes, me quedo con este pedacito, me recuerda mucho a alguien, a la china que estos días se me metió en el zapato:

"Vas diciendo siempre lo que piensas y por eso todos callan cuando tú te manifiestas con tus miles de errores."

Llevo una temporada en que no me gusta seguir siendo hipócrita pero tampoco quiero ir de pelea continua, así que prefiero no cruzarme con esas personas o situaciones, ya sabes, lo de visitar otros caminos...

Besotes

Ciudadana C dijo...

Siguiendo con la metáfora de las chinas... ¿sabes? yo suelo llevar siempre chanclas y dejo que se me acumulen las piedras, no me las quito, ni siquiera soy capaz de decir que me molestan. Hasta que llega un día en el que se presenta de súbito el punto de inflexión que me obliga a desacelerar, a tomarme las cosas con más calma. Y me paro en mitad del camino y me siento para tomar fuerzas...´
Espero que tengas la suerte de divisar caminos mejores con flores suaves y delicadas en vez de rocas.
Buen fin de semana.

Susana H. dijo...

Yo, que muchas veces peco de ingenua, me pregunto a menudo ¿que nos pasa a las personas para tratarnos así? se nos ha olvidado la amabilidad y no es tan difícil, ¿tan preocupados estamos de nosotros mismos que se nos olvida que no estamos solos?
Selvas, no creo que haya que pelear, pero a veces te quedas tan agusto!
Un saludo

Melisa dijo...

Es muy difícil moverse en un término medio. Poder quejarte para que no te pisen sin pisar los sentimientos de los demás. Es muy difícil no ser el perro dominante de la manada ni el paria que siempre mueve el rabo y se tumba panza arriba. Pero hay que intentarlo. Eso sí, puestos a tirar para uno de los dos lados, creo que en el fondo los dominados son más felices que los dominantes.

SuperWoman dijo...

Pues tengo que ser una borde de mucho cuidado porque hace tiempo que no me callo una, educadamente, eso sí, pero de callarme ya iba creando una úlcera de estómago...
Un supersaludo

Ciudadana C dijo...

Sw, seguro que es mucho más sano no callarse que querer hablar y no hacerlo.
La asertividad es saber hacer o decir las cosas que a una le parecen, pero con empatía.
También sé, que no siempre el límite de uno mismo lo impone el límite de los demás.
Y por supuesto, también conozco de algunos -me incluyo- que son demasiado susceptibles y se sienten aludidos por todo.
De todas formas, como tú dices, caemos en la tentación de tomarnos la vida demasiado en serio. Tendremos que intentar hacer una llamada al sentido del humor, pero es que últimamente estoy tan fuera de cobertura!